Imaginación, ¡qué infravalorada está! Parece que imaginar y pensar, está mal visto socialmente, está más de moda vegetar dando como bueno lo primero que te diga cualquier advenedizo, y transitar por caminos más que trillados ya, en una existencia gris, monótona, y dominada por la inercia, que parece ser lo imperante hoy día. No nos engañemos, por mucho que nos digan que todo está hecho, creado o inventado, realmente, la sociedad, el mundo, se ha construido a fuerza de imaginación, y lo que hace años simplemente no creíamos posible, ahora, gracias a eso, se ha podido materializar. Ved si no, todas la industrias, o estas industrias están basadas en imaginación: Cine, música, cómic, literatura, software, televisión, y un largo etc. Y sí, la imaginación también cabe en todas la ciencias y las artes. Tenemos que estimular el cerebro, entrenar los procesos mentales, ejercitar la imaginación, leer más, escribir más, estimularnos con música, y nunca dejarnos atrofiar la mente, sino tratar de estimularla lo máximo posible. Jack Kirby, Howard Hughes, Steve Jobs, Bill Bernbach… Han sido muchas personas las que sin más han querido explorar por sí mismas un camino que tenían frente a ellos, que sabían que les podía conducir al lugar que soñaban, por ellos mismos, sin tener que esperar que nadie les llevase de la manita. Personas que se fueron construyendo a sí mismas poco a poco, que asumían el riesgo con precaución, pero sin miedo, y que pusieron parte de sí mismos al alcance de todos los demás a través de sus obras. El hacer las cosas uno mismo es un camino que muchos han elegido. No hace falta contar con recursos millonarios, tan solo tener una visión clara, un pequeño plan, y unir la acción a la palabra y el pensamiento. Una idea de negocio que no tiene que estar orientada, al menos en principio, a ser el dueño de una gran multinacional. Se trata de funcionar uno mismo para ganarse la vida. Como se puede comprobar, no faltan los precedentes de éxito, que a menudo sobrepasaron sus ideas iniciales como nunca imaginaron. Personas que simplemente no podían seguir caminos ajenos, porque las llamas de su propia visión ardían con gran intensidad en su interior. No está mal pensar en las cosas, y trazar un pequeño plan, pero mejor esbozar un argumento general abierto a cualquier giro inesperado, que los habrá a montones que montar un guión detallado hasta la última coma, que en un soplido se puede venir abajo por completo. La curiosidad es un atributo natural y común a todo el reino animal, al que espolea el saber las cosas, a no dejar pasar la ocasión, ni quedarse esperando a que el misterio se resuelva por sí solo, cosa que casi nunca se produce. La curiosidad es una estupenda fuerza de la naturaleza que aunque a veces nos escueza, también nos impulsa hacia adelante. Una idea, un plan, osadía, y persistencia. Una persona que se fabrica su propio camino es una persona que percibe las intensas llamas de la pasión que hacen que la vida sea una completa y enriquecedora experiencia.
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