Una figura vilipendiada y maltratada en su tiempo, y a la vez, un autor de gran talento que supo hacer frente a la adversidad. Guionista y escritor profesional desde los años 30 hasta los 70 en que murió. Muchos de sus artículos e historias se publicaron en revistas principales, como Saturday Evening Post , McCall’s Magazine, Vanity Fair y Hollywood Spectator. En 1934 Trumbo fue contratado como editor gerente de Hollywood Spectator. Más tarde dejó la revista para convertirse en lector en el departamento de historia del estudio de Warner Bros. Su primera novela publicada fue Eclipse (1935), lanzada durante la Gran Depresión. Escribiendo con un estilo realista social, el libro fue controvertido en su ciudad natal, donde muchas personas discreparon con su retrato ficticio. En 1937, sin dejar de lado la literatura, comenzó a escribir guiones para los estudios de Hollywood. Su novela contra la guerra Johnny cogió su fusil ganó uno de los primeros National Book Awards : el libro más original de 1939. En los años 40, Trumbo se convirtió en uno de los guionistas mejor pagados de Hollywood, sobre unos 4000 dólares a la semana. Trabajó en películas como Treinta segundos sobre Tokio (1944), y Kitty Foyle (1940), por la que fue nominado para un Premio de la Academia por la escritura adaptada. Trumbo fue guionista cuyo talento lo posicionó en la élite de Hollywood, pero cuya mentalidad libre lo puso en el punto de mira de figuras de la industria del entretenimiento, firmemente antisoviéticas, como la columnista Hedda Hopper y el actor John Wayne. En 1947, cuando el miedo anticomunista se afianzó en Estados Unidos, Trumbo fue llamado a testificar ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses. Rechazó dar nombres de compañeros con supuestas afinidades comunistas y fue encarcelado durante 11 meses. Cuando recuperó la libertad ya estaba en la lista negra y no podía trabajar con su propio nombre. No hubo apelación posible. A medida que la Lista Negra de Hollywood se expandió para evitar que más comunistas y simpatizantes reales o imaginarios trabajasen en la industria, Trumbo y sus compañeros de profesión se vieron solos y poco capaces de poder proteger sus carreras. Trumbo es liberado de prisión, pero continuó en la lista negra y su economía y vida personal se tensaba hasta lo insoportable. Forzado a malvender su casa, se trasladó a la ciudad, trabajando bajo seudónimo para King Brothers Productions, de bajo presupuesto, y también realizó guiones de películas de serie B para otros escritores de la lista negra. Su esposa y sus hijos adolescentes trabajaron con él como personal de apoyo, lo que intensificó el conflicto doméstico. La película de King Brothers The Brave One , una historia original de Trumbo bajo seudónimo, recibe un Premio de la Academia que no puede reclamar. Un intento de los aliados de Hopper de intimidar al jefe de King Brothers para despedir a Trumbo no llegó a buen puerto. Según iba pasando el tiempo, todos en la industria sospechaban que Trumbo se escudaba en seudónimos, pero no había evidencias como para levantar la liebre. Kirk Douglas, en 1960, lo reclutó ex profeso para que realizase el guión de Espartaco, dándole todo el crédito como guionista públicamente, a pesar de la encarnizada oposición del sector más reaccionario de Hollywood, Hopper en especial. 1960 es el año en el que la lista negra se cae por su propio peso, tanto, que Kennedy, recién elegido como presidente defiende en público tanto a la película, como al propio Trumbo, siendo esa la forma de poder resurgir profesionalmente, tanto para él como para todos los de la lista negra. Unos diez años después, en 1970, seis años antes de morir, Trumbo recibe todos los reconocimientos que merecía y durante tanto tiempo se le habían negado.
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