“El mundo necesita soñadores y el mundo necesita hacedores.
Pero, sobre todo, el mundo necesita soñadores que hacen”
-Sarah Ban Breathnach.
Ser creativo puede tener muchos significados en los diferentes campos laborales y sociales, hay ideas innovadoras y creativas por todos lados, no se necesita precisamente de haber estudiado una carrera catalogada como “creativa” para poder serlo, lo que sí es necesario para ser creativo es la autoconfianza. Cree en tus ideas Cuando existe una idea creativa, que puede llevarse a un negocio o simplemente por gusto personal, hay que defenderla contra todo, en este mundo el astuto sale ganando y la competencia siempre existirá. Es la seguridad con la que crees en tus sueños y la firmeza con la que trabajas en esas ideas, las que harán que otros te vean también de esa forma, eso ayudará a que cuando busques proveedores de servicios o productos para hacer crecer tu sueño, ellos confíen en ti. Pon fecha de caducidad a tus proyectos Muchas veces tenemos una idea de lo que queremos llegar a lograr o hacer, lo tenemos siempre en mente y a lo mejor hasta anotado en la lista de pendientes, sin embargo, si no se prioriza empezaremos a dejarlo para después, para cuando “tengamos tiempo libre” y ese sueño se irá aplazando a medida que llegará el día en que quizá ya no tengamos el mismo entusiasmo por él y lo borremos de la lista. Por ello, poner fechas para ir trabajando el proyecto resulta importante, por ejemplo, cada semana el lunes por la noche dedicarlo a escribir una página de ese libro que queremos publicar, o hacer trazos de esa pintura que queremos iniciar, o por qué no crear el storyboard de la película que algún día queremos filmar. Para empezar a trabajar: -Elige un día y una hora a la semana. -Diseña tu ambiente físico ideal, que te ayude a inspirarte y no te distraiga. -Crea una lista de pendientes, ir tachando las actividades realizadas de tu proyecto, hará que veas como vas avanzando. Eso que te da miedo, es lo que debes hacer. Otras veces, tenemos clara una idea o sueño, pero nos da miedo empezar a luchar por él, porque luchar por los sueños implica abandonar ciertas rutinas o dejar un trabajo o una vida estable por ir a perseguir un sueño, fracasar siempre asusta: ¿qué tal si no lo logro?, ¿qué tal si a nadie le gusta?, ¿qué tal si mi negocio quiebra?, ¿qué tal si no vuelvo a conseguir otro trabajo? Sin embargo, los sueños no se cumplen si no los planeamos, trabajamos y sobre todo creemos en ellos. La zona de confort es muy agradable, porque estamos seguros, pero es precisamente lo que nos da miedo, eso que debemos intentar hacer. El fracaso como oportunidad Cuando nos animamos a luchar por los sueños, una cosa debemos tener muy clara: no todo lo que haremos saldrá conforme al plan, muchas veces no depende de nosotros, sino de externos, pero hay que entender que un fracaso no significa una derrota y que el plan o la idea no funcionará. Hay que aprender a aceptar los errores y trabajar para corregirlos. Los grandes proyectos están llenos de experiencias y aprendizajes. Cuando pienses en rendirte, toma un respiro, recuerda porqué iniciaste y vuelve a trabajar.
Discussion about this post