La Psicología es una de esas profesiones a las que les hemos estigmatizado, los profesionales de esta materia suelen escuchar durante su vida frases como:
- «No me psicoanalizarás»
- «¿Eres psicólogo? ¡No me leas la mente!»
- «Todos los Psicólogos están locos»
- «¿Para que ir al Psicólogo si no estoy loco?»
Y la verdad es que es una profesión muy versátil que puede ayudar mucho en cualquier ámbito de la vida, hoy me centraré en trazar algunos aportes que puede brindar un Psicólogo en el aspecto laboral día a día. Unas de las cosas que más se habla en este mundo competitivo, es el famoso clima o ambiente laboral (o su evolución la formación de equipos de alto desempeño), incluso en las certificaciones de calidad se lo nombra, y puede ser mirado como un mito en algunas empresas o como una pérdida de tiempo en otras, en algunas otras, una gran minoría, es algo inexplicable y cool que se lo vive a diario. Para las empresas de clase mundial, las MIPYMEs o las grandes industrias locales que han logrado generar un excelente ambiente o clima laboral, su reto estaba en lograr cambios significativos en percepciones y sentimientos del día a día organizacional por lo que estas empresas tuvieron que apoyarse en un equipos de trabajo multidisciplinarios que en algunos casos contó con el apoyo de psicólogos laborales u organizacionales, clínicos y educativos, en conjunto con profesionales de marketing entre los más importantes, así lograron el gran reto de minimizar o erradicar elementos como el riesgo psicosocial, el acoso laboral y la unión de generaciones laborales sin discriminar a los Millennials ni a los de la vieja guardia en su momento, o a los promotores. Un psicólogo es un apoyo laboral importantísimo, en algunas empresas en las que he sido gerente de Talento Humano o responsable de esa área e incorporado a psicólogos clínicos y el apoyo en casos críticos con consejería ha generado mucho más compromiso. Hacer y entender que las empresas no son solo números sino también personas que intentan conciliar muchas de sus carencias personales, conflictos familiares y vacíos con una labor diaria que a su vez les genera el sustento personal o familiar. Una empresa es más que un número, una cifra o un resultado, lo mejores casos nos demuestran que son fraternidades y en esos casos el compromiso es a prueba de todo.
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