Meticulosos, observadores, soñadores y exigentes. Así puedo definir la esencia de los creativos que he conocido (incluída yo) a lo largo de mi vida. Y es que con el paso del tiempo, la experiencia de nuestras actividades trae consigo nuevos ingredientes (cualidades) que se añaden a nuestro repertorio, convirtiéndonos a cada uno en una extraña y única fórmula química que puede adaptarse a diversas actividades, formándose un ciclo sinfín de aprendizaje: actividad > experiencia > calidad. Parte fundamental de los procesos dentro de este ciclo (y aún más perteneciendo al gremio del diseño) es el de la creatividad, actividad que no dudo que a estas alturas ya se presenta inconscientemente dada la cantidad de ideas, ajustes, trazos, proyecciones y contenido que generamos al día. Pero algunas veces (no mientan), nuestra mente llega a saturarse y como consecuencia dando malos resultados o entregas a medias que seguramente en otro momento de “inspiración” hubiera sido sorprendente. Lo que debemos procurar es mantenernos activos sin fatiga y experimentar con nuestra mente, dado que cada uno de nosotros tiene distintas habilidades, cualidades y técnicas para el desarrollo de conceptos; mi favorito (y el más común): brainstorming. Creado por Alex Osborn en 1953, me parece el método creativo más espontáneo, dinámico y si es bien utilizado, efectivo. El reto es tener definida la pregunta para la que se están generando respuestas y no dar soluciones pobres. Aquí les comparto 4 puntos importantes sobre esta técnica para que los tomen en cuenta:
- Cantidad, no calidad – Elije un número máximo de ideas para motivar al equipo a llegar a una meta.
- Evita criticar o juzgar – Existirán respuestas incoherentes, pero seguramente estimularán soluciones mejor aterrizadas.
- ¡Bienvenidas las ideas inusuales! – Busca nuevas perspectivas y ángulos a una misma idea para aprovecharla al máximo.
- Combinar y mejorar – Suma al azar dos o tres ideas y encuentra una solución únicamente con esos elementos… podría resultar un éxito.
Así que no se olviden de buscar siempre perspectivas para abordar cualquier problema y tampoco dejen que la presión o la cantidad de actividades que tienen nuble su creatividad. Lo mejor que puedes hacer como creativo es conocerte, y conocerte bien. ¿Para qué?, te diré que en mi experiencia esto ayuda a definir tus intereses, tus objetivos y a acercarte más a la rama creativa que mejor va con tu perfil. Tómate unos minutos para practicar un brainstorming individual y explorar los rincones de tu mente para responder estas preguntas, verás que no es tan fácil conocerse:
- Rasgo principal de tu carácter
- Cualidad que prefieres de otra persona
- Lo que más aprecias de tus amigos
- Principal defecto
- Pasatiempo preferido
- Tu idea de la felicidad
- ¿Cómo es el México en el que te gustaría vivir?
- Dos autores que disfrutas leer
- Un artista clásico y uno contemporáneo que despierten tu interés
- Una canción que te saque una sonrisa
- ¿Cómo te gustaría morir? (todas las noches)
- ¿El mar o el bosque?, ¿El campo o la ciudad?, ¿El día o la noche?
- Un tema del que te gustaría escribir en el futuro
AUTOR: Adriana Mancisidor En Spicy Minds se encarga de la coordinación del equipo para la investigación, generación y curación de todas las voces de las marcas que representamos.
Comentarios