¿Boicot a productos catalanes otra vez?¿Consumir productos españoles? ¿Es que Cataluña está geográficamente situada en Irlanda o Groenlandia y no lo sabíamos? No quería hablar de éstas cosas aquí, pero voy a tener que hablar de todo, me parece a mí. No hay nada más irritante que te estén todo el día, todos los puñeteros días, dando la lata con el mismo tema. Con el que si españoles por aquí, catalanes por allá, y que si ahora un boicot a una serie de empresas catalanas, boicot que nos quieren hacer tragar por lo repetitivo, a base de machacarnos con él. Que cada cual haga lo que deseé, pero que no exhorte a los demás a hacer lo que él quiere, que todos somos adultos, y sobre todo que me dejen en paz con su cantinela, que son muy pelmazos. Compraré productos gallegos, catalanes, islandeses o plutonianos, que cada cual compre donde y lo que le plazca, y que dejen de andar molestando, que llevan desde el 2012 con la idiotez del boicot, y en lugar de solucionar algo, sólo son un dolor de cabeza, cuando no un chiste malo. Imaginemos que el presidente del principado cae mal en toda España, y que en Madrid odian la forma de hablar que tenemos en Asturias, y una banda de exaltados organiza un boicot a las empresas asturianas. No sólo no solucionan nada, sino que pueden perjudicar la vida a una buena cantidad de personas. Lo mismo se aplica a Cataluña y a todos los rincones del mundo, parece una tontería pero jugar con los medios de vida de la gente no lo es. Tal y como está el mercado laboral no hay espacio para juegos sin sentido. Los boicots, además de ser una idiotez no llevan a ningún buen lugar, todo lo contrario. Con respecto al presente boicot, ¿Se sabe con certeza (y pruebas verificables) que las empresas de la lista que anda circulando por ahí apoyan la independencia o es el enésimo bulo que se lanza? esto es más un pregunta retórica, porque casi con total seguridad la respuesta es no, lo que han hecho es coger una lista de empresas catalanas y hacer la puñeta en general, porque eso es lo que a algunos les satisface, vivir en un continuo conflicto con imaginarios enemigos, y las consecuencias de su histeria colectiva van para terceros. Por otro lado, es una demente contradicción boicotear y sabotear a aquel que uno no quiere que se vaya, puesto que son españoles los que boicotean productos fabricados o envasados en España, por lo que son los mismos españoles los primeros en marginar lo catalán, haciendo una diferenciación que dicen que no existe, pero que con sus actos evidencian lo contrario, un curioso hecho que fuera de España estoy seguro que provoca unas cuantas carcajadas. Cuestión aparte es la de que puede ser perjudicial para empleados de fuera o dentro de Cataluña que trabajen en esas empresas o asociadas a las mismas, aunque el volumen de mercado internacional, con frecuencia bastante grande, no se vea afectado, que no es el caso, porque no suelen tener en cuenta tonterías de tamano calibre. El boicot es una práctica que entra dentro de la libertad de cada cual, pero que nos priva de disfrutar de ciertos productos, y que perjudica social, laboral y económicamente a una muy larga lista de personas, es, para algunos, una manifestación de una robusta insensatez, y hasta de idotez, si me apuras. Dentro de nuestras fronteras, algunos estamos hasta la entrepierna de los histéricos histriónicos que no paran de enarbolar la bandera catalana y la española. A ver si conocen a alguien con quien desfoguen a tope sexualmente, y empiezan a hablar, negociar y alcanzar acuerdos entre los bandos de agitabanderas, que el tiempo apremia y ya van llegando décadas tarde, como con muchas otras cosas.
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