Una investigación realizada por O&R Consultores y Enterprises determinó una realidad empresarial poco alentadora y muy similar a la de ¿por qué odiamos a Recursos Humanos? Escrita por Keith H. Hammonds y publicada en la Revista Fast Company en Agosto del 2005, donde los resultados fueron:
98% de los responsables de Talento Humano no saben la visión ni la misión de su organización.
El 15% de los encuestados puede identificar sus funciones claves.
Solo el 3% puede entender cómo estas funciones afectan directamente a la estrategia global.
Apenas el 2% de los encuestados se siente comprometido con sus indicadores en relación con la estrategia de la empresa o institución.
Sin embargo y lejos de echar las culpas de que a las carreras o especializaciones en Recursos Humanos no entran los mejores, y que muchos de los que se dedican a Talento Humano lo hacen desde la motivación de trabajar con personas y para ayudarlas desamparando y desentendiendo los negocios, que tienen más habilidades relacionales y comunicacionales que inteligencia… preferiría internar más mi crítica al sistema y a la poca importancia que la mayoría de organizaciones le da al área de RRHH. Talento o Gestión Humana, en muchas de las empresas investigadas, los responsables de esa área son funcionarios sin profesionalización, sin la capacitación adecuada y por ende sin los conocimientos ni capacidad de crítica y sin poder de decisión. Nuestra retrógrada sociedad de consumo que monetiza todo y lo pone por encima de las personas ha buscado mantener esta realidad y luego proponer una evolución de RRHH sin darle apoyo real es muy complejo. Si en realidad quisiéramos dejar de odiar a RRHH lo primero que deberíamos realizar es una transformación en la visión de lo que requerimos de está, comprender que se necesita un equipo multidisciplinario para eso y proponer una reestructuración de la carrera universitaria. Por el momento el protocolo de BPTH Buenas Practicas de Talento Humano creo que puede ser el aporte inicial que genere un reencuentro y el principio de un romance entre los empresarios, las organizaciones y RRHH.
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