«Leer es para la mente lo que el ejercicio físico es para el cuerpo». Joseph Addison.
El mundo creativo, día con día se enfrenta al reto de generar nuevas ideas, ideas trascendentales, aquellas que logren posicionarse en la mente de clientes y competidores. En dicha industria, sucede que llegamos a topar con un muro… ¿cómo diseñar algo más para ese cliente?, ¿qué tipo de producción hacer para aquella compañía?, ¿llegará a tener éxito este guion?, ¿qué escenografía será más adecuada para esta sesión de fotos?, o puede ser que simplemente no se encuentra la inspiración para desarrollar algo con valor, por falta de tiempo u organización, muchas podrán ser las razones, respecto a eso, cada creativo tendrá bien identificados sus pain points. Cuando se tiene un momento de crisis o falta de inspiración, ¿de dónde obtenemos la creatividad?, más importante aún, ¿qué es la creatividad?… La psicóloga Esquivias, M. (2004) en la revista digital universitaria de la UNAM, afirma que el proceso creativo es una de las capacidades naturales del ser humano más altas y complejas: “éste implica habilidades del pensamiento que permiten integrar los procesos cognitivos menos complicados, hasta los conocidos como superiores para el logro de una idea o pensamiento nuevo”. Las ideas generadas a partir del proceso creativo, surgen para resolver diferentes problemas de la vida diaria en los incontables escenarios donde se desarrolla el ser humano. Si bien no se tiene una fórmula para volverte un creativo de la noche a la mañana, sí hay muchas opciones para incentivar el nacimiento de ideas, una de ellas es la lectura, leer, imaginar y volver a leer. Algunas personas consideran a la práctica de la lectura como una actividad colegial, académica y por obligación, más que de interés y gusto personal, aunque reconocen en la lectura una fuente de entretenimiento principal. Una encuesta llevada a cabo por el INEGI, en su Módulo de Lectura, para inicios del 2016 arrojó que, por ejemplo, un mexicano adulto lee en “promedio” 3.8 libros al año, cifra inferior a casos como el de Chile donde un adulto lee 5.4 libros por año, en Argentina leen 4.6 en promedio, por su parte, los colombianos leen en promedio 4.1 libros y los brasileños 4 libros por año. Si se necesitan razones para que aumente el amor por la lectura, los beneficios que nos trae para el mundo creativo son más que suficientes. Sigue leyendo para conocerlos… La lectura de diferentes textos y de diversos géneros, brinda al ser humano, un mundo de información incontable e inexplicable. Lectura por entretenimiento, lectura por ocio, lectura por el simple hecho de informarse, cualquiera que sea la razón traerá beneficios a la hora de generar nuevas ideas:
- Leer acerca de temas que nos apasionan no solo hará de la práctica más amena y fácil, nos hará además tener más conocimientos en dicha materia y, por lo tanto, ayuda a desarrollar algún talento que se relacione a ese gusto particular.
- La lectura brinda referentes, lo que quiere decir, nos da conocimientos y aprendizajes que apoyarán la existencia o procedencia de las nuevas ideas.
- Se incrementa el vocabulario, mejora la ortografía y la redacción; leer constantemente hará que tengamos un amplio léxico que nos ayude a una redacción más adecuada de nuestros pensamientos.
- Leer ayuda a conocer, obtener información que al final desarrollará el pensamiento crítico. Dicho pensamiento consiste en analizar los razonamientos sociales y entenderlos, de esto se desprende la habilidad de la empatía. Al ser crítico de los sucesos y creencias sociales, se pretende entonces que entendamos las necesidades sociales actuales y a partir de ello se desarrollen proyectos para satisfacerlas, como lo expresó Torrance (1965):
«La creatividad es un proceso que vuelve a alguien sensible a los problemas, deficiencias, grietas o lagunas en los conocimientos y lo lleva a identificar dificultades, buscar soluciones, hacer especulaciones o formular hipótesis, aprobar y comprobar estas hipótesis, a modificarlas si es necesario además de comunicar los resultados.»
- Las narrativas de los libros ayudan a estimular la imaginación, pues la descripción de los acontecimientos pretende que el lector visualice cómo es el escenario donde se desenvuelve la historia y esto aporta en el desarrollo de la capacidad de la imaginación del creativo, aspecto que resulta de suma importancia en el proceso de innovar, como expuso Osborn (1953) la creatividad es una “aptitud para representar, prever y producir ideas. Conversión de elementos conocidos en algo nuevo, gracias a una imaginación poderosa”.
No solo se trata de leer sino de desarrollar la habilidad lectora y la comprensión de la misma. Los resultados, dependerán de cada mente en específico, de sus vivencias personales, de sus gustos particulares, de sus necesidades individuales, laborales y sociales, lo afirma Romero (2004), quien escribe que leer es un acto de pensamiento que conlleva una fuerte actividad cognitiva que ayude a interpretar y construir un sentido a la lectura, que desarrolla una relación lector-texto, en donde intervienen la afectividad y las relaciones sociales. Hay quien dice que somos el resultado de los libros que leemos, si hablamos de esto en un ambiente del mundo creativo, no sería mala idea que dejemos que nuestro trabajo sea el resultado de los libros que leemos, y si a eso sumamos una gran cantidad de autores descomunales que hay por ahí, con tantos textos extraordinarios, imaginemos los grandes proyectos que están por emerger. Tomen un libro y esperen los resultados… Referencias: Esquivias, M. (enero 2004). Creatividad: definiciones, antecedentes y aportaciones. Revista Digital Universitaria. 5(1). Recuperado de: http://www.revista.unam.mx/vol.5/num1/art4/ene_art4.pdf Migueles, R. y Piñón, A. (2016). México lee 3.8 libros al año, indica encuesta de INEGI. El Universal. Recuperado de: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/letras/2016/04/16/mexico-lee-38-libros-al-ano-indica-encuesta-de-inegi Romero, L. (2004). El aprendizaje de la lecto-escritura. Recuperado de: http://www.feyalegria.org/images/acrobat/Aprendizaje_Lectoescritura_5317.pdf
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