Dicen que viendo lo que contiene la mochila o bolso de una persona, puedes hacerte una idea de cómo es y cuáles son sus principales rasgos de personalidad, por tanto, podríamos decir que conociendo la mochila de alguien, descubriremos la esencia de esa persona. Y, lo cierto, es que si te paras a pensarlo caerás en la cuenta de que realmente lo que llevas colgado a la espalda es el más puro reflejo de ti mismo, de tus necesidades diarias, de tu modo de trabajar y relacionarte con el resto… Por eso mismo he llegado a la conclusión de que cada una de las tribus publicitarias que conviven en una agencia, comparte algunos elementos comunes entre las mochilas de sus integrantes: Cuentas:
- El móvil, el cargador y la batería externa para no quedarse sin batería en alguna de sus importantísimas y frecuentes reuniones.
- Su café en taza moderna o recién comprado en Starbucks, siempre en la mano, como si lo tuviesen pegado.
- Mucho glamour y seriedad, para que todo el mundo sepa lo importantes que son.
- Útiles básicos para el cuidado de la imagen: Pintalabios, cepillo y espejo si es señorita; gomina, peine y colonia si es caballero.
- Un bote con lágrimas de creativo para endulzar su café.
Creativo o Redactor:
- Libreta y lápiz, ya sabes, las ideas pueden llegarle en cualquier momento y debe estar preparado para atraparlas al vuelo con este potente elemento de retención de ideas.
- Un paquete de pañuelos para esos momentos en los que le presenta su propuesta al director creativo y éste le dice que “hay que darle otra vuelta”, o lo que es lo mismo, que su idea es una gran mierda
- Auriculares para aislarse del mundo cuando necesita pensar. Los integrantes de otras tribus de la agencia le dirán a menudo que no saben cómo puede trabajar con música, a lo que el responderá tajantemente pero con una sonrisa, que él no sabe cómo el resto pueden trabajar oyéndose los unos a los otros.
- Monedas para la máquina de café y la de sándwiches, ya que saben cuándo entrarán a la agencia, pero nunca cuándo saldrán y por ello estos alimentos constituyen su dieta básica.
- Tableta gráfica: los ratones tradicionales o el trackpad del portátil son para ellos un potro de tortura, por ello siempre les acompañará su tableta, con la que se sienten cómodos y libres para llevar a cabo cualquier proyecto, sean cuales sean sus características.
- Cuaderno y lápices y rotuladores de diferentes grosores, colores, dureza… Antes de llevar sus diseños al ordenador, todo diseñador que se precie trabajará sus bocetos en papel con gran meticulosidad, toda herramienta que le ayude a ello será bienvenida en su mochila.
- Disco duro: aunque los ordenadores con los que trabajan los diseñadores suelen estar preparados para soportar documentos pesados y programas de alto rendimiento, no hay ordenador que aguante su flujo de trabajo.
- Gafas de vista: los años frente al ordenador le empiezan a pasar factura.
- Una catana con la que hacerse el harakiri si le vuelven a decir que agrande el logo o que le meta más diseño a la composición.
Director Creativo:
- Todo lo que contiene la mochila del redactor, a excepción de las monedas para el café: él, como los de cuentas, se lo compra en Starbucks. Los pañuelos tampoco los usa, solo él hace al resto de creativos llorar.
- Un diario con candado en el que apunta meticulosamente todos los premios y menciones que ha recibido, aunque en muchos de esos proyectos lo único que haya hecho sea dar el visto bueno. Algunos directores creativos incluso llevan réplicas en miniatura de todos los trofeos recibidos.
- Un libro del que nadie ha oído hablar pero que, según él, es la revelación del siglo XXI.
- Todo lo que contiene la mochila del arte o diseñador.
- Una varita mágica para darle “ese toque que le falta” a todos los diseños que produce su equipo de artes, que se note su sello de identidad.
- Objetos de coleccionista de las series y películas que vio de niño, así como rediseños de antiguos juegos y juguetes de su infancia.
El cliente:
- Mutantes híbridos de campañas presentadas que pondrán los pelos de punta a toda la agencia con solo aproximarse a ella. Sabrán que el cliente está cerca cuando sientan que un escalofrío recorre su nuca y el sudor frío empiece a brotar.
- Chascarrillos para ir lanzando mientas el equipo presenta sus ideas, que sientan la presión sobre sus hombros.
- El logo en Word, pero además, impreso.
Imágenes cortesía de Shutterstock
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