Durante los pocos años que llevo trabajando en este mundo publicitario he tenido la oportunidad de conocer a varios Directores Creativos de diferentes partes del continente americano. Guatemaltecos, argentinos, uruguayos, chilenos, peruanos, mexicanos, ticos, entre otros. Cada uno de ellos tenía diferentes formas de presionar y exigir por un trabajo de excelencia, pero ninguno de ellos me formó tanto, como lo hizo mi primer Director, una hondureña de 28 años, a la cual de cariño la llamaba, MAMÁ. Recuerdo mis primeros “trabajos creativos” en el jardín de niños. Mi mamá me exigía, me impulsaba a que mis trabajos fueran los más limpios, los más ordenados. Después llegué a la escuela y créanme que ni en una licitación me han exigido tanto. Ella quería que mis álbumes fueran los más destacados, que mis maquetas ganaran un Cannes o que mis exposiciones enamoraran a los clientes, en aquel entonces, mis compañeros. Fueron tantos proyectos que hicimos juntos, tantas noches de desvelos, tantas mantas bordadas, tantos cuadernos de caligrafía llenados y ella siempre ahí, guiándome, orientándome, sacando toda mi creatividad y brindándome todo su apoyo, su amor. También hubieron trabajos rechazados, trabajos que mi Directora me dijo que no, que intentara una y otra vez, hasta que esa idea, saliera de la mejor forma. Sé que a ella le dolía rebotarme los trabajos, pero sabía que era para formarme y vaya que lo hizo. No cabe duda que ella, mi mamá, mi doñita, fue, es y será mi Directora favorita. A pesar de no trabajar en una agencia, de no tener un título de publicista, ella ha sido mi mayor mentora, mi mayor ejemplo, mi mayor impulso creativo y les aseguro que ver su sonrisa cuando le muestro mis trabajos, vale mucho más que cualquier premio. Feliz día de la madre, mi Directora favorita, que mi trabajo la haga sentir orgullosa. AUTOR Edgardo David Rivera De la Universidad me gradué como Mercadólogo y ahora me gano la vida escribiendo en una agencia de Publicidad. No puedo vivir sin Twitter, menos sin el fútbol. A veces pretendo ser imitador de músico y siempre imagino que anoto un gol en la final de un mundial. No tomo café, sueño más de lo que duermo y casi todos mis amigos me dicen El Copynauta. Twitter: @Edavid26 Imagen cortesía Shutterstock
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