No sé en tu país, pero en el mío los canales de televisión abierta son contados en los dedos de la mano y aunque hay un mar de personas que están suscritas a un operador de cable, gran parte del sector medio a pobre ni siquiera tiene acceso a un televisor que no sea analógico. En la Venezuela de los años sesenta, el televisor era el foco familiar; se comía frente a ella, se discutía frente a ella y como no, se dormía frente a ella y así se mantuvo por muchos años. La televisión abierta era la mejor, fresca, alegre, informativa e imparcial. Hoy, a 50 años de esa época dorada de la tv yo me pregunto ¿qué hicimos para merecer esto? No lo digo por mí sino por lo que ahora ven mis sobrinos e hijos de mis amigos, ¿existe realmente alguien en Venezuela que le guste la televisión nacional?, si eres de Latinoamérica me gustaría que comentaras al respecto, pues la única referencia que tengo es la de México y la de Argentina, personalmente ésta última puedo decir que me gusta –con canales temáticos, programas que superan los 20 años de transmisión, etc- La niñera se nos fue La situación en México es similar, sin embargo, según el Instituto Federal de Telecomunicaciones, el 81% de la población tiene uno o más televisores por lo que es más factible que la televisión abierta tenga más fans (o gente que solo enciende la tv para no sentirse solo) Ahora con plataformas gratuitas y de pago ¿qué tipo de persona se queda prendado de la tv nacional? Quienes todavía lo hacen, no pertenecen a los millenials o centenials -ellos son nativos de las tablets- porque le dieron la espalda a la televisión, considerada por muchos padres hasta no hace mucho “la niñera”. ¿Anunciantes off? Aunque la tv abierta está perdiendo popularidad, los anunciantes aún creen en ella, el detalle es que cada año su porcentaje de protagonismo en estrategias comunicacionales y de ventas, ha disminuido considerablemente. Algunos canales optan por ofrecer transmisiones en Youtube, Periscope e incluso interacción directa por Whatsapp para no perder a los más jóvenes; estos mecanismos aunque válidos, no garantizan la permanencia de anunciantes cuyo radio de acción va determinado a un público que no es tan hábil para las RRSS o que las usa sin beneficio. El zapping ya no es divertido y el multitasking se está volviendo tedioso, me pasó con los Oscars, mientras tuiteaba prácticamente no me hacía falta encender la tv porque TODOS COMENTABAN SOBRE TODO, así que lo terminé de ver por diversión. ¿A dónde van todos? Aún no lo sabemos, pero lo que sí está claro es el incremento de la inversión comercial en plataformas digitales y tecnología móvil, en las apps existe un 27% de interés en invertir mientras que en redes sociales, 47% de las marcas ya tiene perfiles y publicidad paga. En algunos países –no en el mío- la televisión por streaming es un boom, siendo una de las alternativas más fieles al concepto de televisión abierta, este formato permite el acrecentamiento de pautas, de interacción con el público en tiempo real y expansión mundial, lo que está en suspenso (para países latinoamericanos) es si realmente las personas se identifiquen con la modalidad y lo adopten como “la niñera” que solía ser la tv pública (en mis tiempos las programación matutina era caricaturas en bloque, a la que llamaban “mañanas felices” y las caricaturas de la tarde “la merienda”. La otra cara de la moneda Explicándole a mi mamá qué es un youtuber (pensó que era un sistema operativo para Youtube, muy profundo) me pregunta ¿y ellos son específicamente de internet o salen en la tv también? Le comenté que había visto a varios participar en la televisión, pero que no tenía conocimiento de si al menos uno -de los millones que hay en el mundo- conducía su propio programa, ahora sé que Luisito Rey, Dross, Marito Baracus, Magnus Mefisto, maiah ocando, IsasaWeis y muchos más que no conozco, hicieron, hacen y harán el intento de tener su propia versión televisiva –en canales de paga por su puesto- de sus respectivos programas. ¿Es solo una cuestión de los canales de tv abierta? Pues sinceramente no lo creo, en Argentina tienen a Capusotto, un actor, productor y guionista de su propio programa de comida en tv nacional abierta que gracias a Youtube y otras redes, es una personalidad. Al mismo tiempo, Galatzia, un Youtuber mexicano bastante popular, dijo en una oportunidad que la tv nacional en su país estaba llena de basura, por eso en internet le iba mejor. Pero del otro lado, están las personalidades offline que se vuelven Youtubers. Actores, músicos, presentadores, misses, etc como en el caso de Florinda meza, Monica Pascualotto, Carlos Baute, Sheila Rojas (que hizo el intento), la hermanita de Justin Bieber y hasta un sicario de Pablo Escobar, saben que internet es una ventana, que digo ventana, un umbral de oportunidades mucho más grandes que la tv abierta de algún país. ¿La censura afecta? Muchos consideran que el tema de la censura es importante en el índice de personas que prefieren el internet a la tv, también derivará del país en que te encuentres y de las opciones de canales abiertos que tenga, pues en países como Chile y Argentina eso no es una disyuntiva, como lo pudiera ser en Colombia o Venezuela. La inmediatez, la veracidad y la interacción son definitivamente, las cosas que la tv –y menos abierta- te ofrece actualmente. ¿Para que ver un noticiero si ya me enteré por Twitter?, ¿Novelas, big brother? Tengo netflix. En Venezuela la “censura” es tomada como la acción directa que hacen los canales privados en contra de la gestión de gobierno actual (una foto, comentario o programa que atente contra sus ideas –que solo ellos conocen) es blanco de represalias, por ello, aunque estemos atrasados con la tecnología en todos los sentidos, internet –todavía- es quien informa, comunica, interactúa y escucha a esa población en apuros. Imagen cortesía Shutterstock
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