“Cuando sea grande quiero ser publicista para hacer campañas que se vean en todos los medios y ganar muchos leones en Cannes y ser el mejor director creativo del mundo…”. Creo que esa es una frase que nunca ningún niño ha dicho, o por lo menos creo que es algo muy poco común. Dicen que un adulto creativo es un niño que nunca terminó de crecer, y en parte es verdad que para la creatividad se necesita una alta dosis de esa curiosidad y esa visión diferente del mundo que tienen los más pequeños. Entonces ¿En qué momento se perdieron esos sueños y esas ganas de hacer lo imposible? Astronautas, jugadores de fútbol, pilotos de carreras eran quizás las que soñábamos los más aventureros, otros tal vez pensaban en ser médicos o veterinarios, pero ninguno quería ser un publicista; y eso no está mal, cuando se es niño es muy difícil entender la verdadera labor de un redactor o un ejecutivo de cuenta, ni que decir de algunos perfiles que ni siquiera yo se bien lo que hacen… lo que no debe pasar nunca es que nos olvidemos de esos sueños que teníamos cuando niños y esas ganas con que representábamos nuestra profesión soñada mientras jugábamos con nuestros amigos. No, lastimosamente hoy que soy un poco mas grande no soy piloto de carreras o goleador de la selección de fútbol de mi país como alguna vez soñé. Pero gracias a lo que hago puedo sentir la misma pasión y adrenalina que siente un futbolista al salir al campo de juego o un piloto al largar en un gran prix. Y gracias a esta profesión sueño con algún día trabajar en la campaña de algún gran equipo de fútbol o de mi marca de autos favorita, y eso es lo que hoy sueño hacer cuando sea grande. ¿Qué quieres hacer tú?
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