Una frase celebre de Confucio dice: “trabaja en lo que amas y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”. Creo que todos los que nos dedicamos a la publicidad tenemos que ser enamorados de nuestra profesión, pero más que un trabajo, es una pasión que nos mueve y nos inspira a superarnos día a día.
Durante todos los años de carrera si hay algo que escuché con mucha frecuencia era que en las agencias las personas no tenían vida. Prácticamente desde el primer día de clases profesores, estudiantes, amigos, y un largo etcétera nos repetían esta frase hasta el cansancio. Sin embargo, las ganas de ser publicista y hacer lo que amamos superaron todas aquellas advertencias.
Que la persona que trabaja en agencia nunca sale antes de las 8 P.M.; que la mayoría de los días tocará quedarse hasta pasada la media noche; que si se trabaja en agencia hay que olvidarse de tener pareja, amigos o cualquier tipo de vida social externa al trabajo; que los fines de semana se llega tan agotado que no hay ni ganas ni energía para verse con la familia…¿Mitos o realidad?
La verdad no lo puedo saber con claridad, puesto que estoy a pocos meses de terminar la carrera y entrar en el mundo laboral. Comentarios de todo tipo he escuchado, unos pocos diciendo que esto es un mito, y que no es tan grave; pero la mayoría son confirmando estas afirmaciones. Entonces, ¿Qué es lo que hace que un publicista trabaje más de 15 horas seguidas en semejantes condiciones? Sencillo: La pasión.
Esto no quiere decir que esté de acuerdo con las extenuantes jornadas de algunas agencias, o de la explotación a la que a veces somos sometidos los publicistas. Simplemente es un reconocimiento a la pasión que nos mueve a quienes nos dedicamos a esto. Amar lo que haces es el mejor motor que puede tener un ser humano. Es lo que nos impulsa a superarnos y crecer cada día como profesionales y como personas. Y si ademas se tiene la fortuna de compartir esa misma pasión con la persona que amas, eso, como dice cierta franquicia de tarjetas de crédito, no tiene precio.
Tener a alguien a tu lado con quien compartir lo que amas es la mejor sensación del mundo, y afortunadamente yo puedo decir que lo tengo. Quizás sin la ayuda de mi novia cuando estaba bloqueado, sin sus consejos cuando estaba demasiado enfocado en una idea no tan buena, sus recomendaciones para mejorar alguna pieza, o su inspiración cuando pensaba que todo estaba saliendo mal, quizás no estaría ad portas de terminar esta carrera.
Trabaja en lo que amas para así no tener que trabajar ni un solo día de tu vida. Y comparte eso que amas con quienes más amas. Esa es la motivación que me lleva a querer hacer realidad mis sueños, sin importar las largas jornadas, o el poco tiempo libre que tenga. Hacer lo que me hace feliz con quien me hace feliz es el mayor privilegio que pueda tener.
AUTOR Adolfo Vásconez Escobar
Imagen cortesía Shutterstock
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