Cuando lo que hacemos nos lleva a obtener lo que queremos no hay razón alguna para cambiar de dirección, pero ¿Qué pasa cuando por el contrario, no obtenemos los resultados esperados y la historia se repite sin cesar? Entonces es necesario tomarse un momento para responder lo siguiente: ¿Mis ventas se incrementaron, se mantienen o disminuyeron desde mi último análisis? ¿Mis clientes están satisfechos, desinteresados o descontentos con mi producto? Si las respuestas en tu caso resultan las menos deseadas ¿Cuánto tiempo más debes esperar para hacer algo distinto? Tanto los fracasos como saber aceptarlos son necesarios para nuestro aprendizaje, el ciclo de vida del producto es un proceso que no puede dar marcha hacia atrás, tal como en nuestra vida: nacemos, crecemos, maduramos y morimos, el producto tiene sus etapas, pero a diferencia del ser humano, puedes extender tu tiempo en la etapa de crecimiento-madurez y estabilizarte cómodamente en el mercado, todo depende de tu desempeño. Puedes abandonar el barco antes de que se hunda o simplemente puedes buscar la manera de mantenerlo flotando, para nadie es un secreto que muchas han sido las marcas y los productos que han optado por reinventarse o modificar significativamente su composición, imagen, nombre, diseño de empaque entre otros aspectos, no todos, pero sí la mayoría lo hace porque no están obteniendo los mismos buenos resultados de siempre. Ellos le dan la vuelta a la crisis y visualizan una oportunidad.
- Arriesgarse y apoyarse en las fortalezas de la empresa es el punto de partida para mejorar el producto o servicio, siempre pensando en el cliente y en la manera más fácil para que nuestro producto llegue a sus manos.
- Evaluar e investigar lo que piensan los clientes de la calidad del servicio permitirá acertar en los cambios.
- Buscar nuevas modalidades para usar el producto también ayudará a sacarle el jugo a los porcentajes de ganancias y ampliar la cartera de clientes sin invertir grandes sumas de dinero.
- Las alianzas estratégicas y las nuevas formas de comunicación que surgen a diario también son un camino seguro para la reinvención de las marcas.
No hay excusa que valga, la decisión es sencilla: estancarse o reinventarse… ¡Comenta y comparte! Imagen cortesía de Shutterstock
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