La nueva visión que tienen muchos responsables empresariales guiados por pésimos administradores de talento humano es la de organizaciones automáticas, empresas que no necesitan líderes que piensan o transforman, que implementan o que aportan a la imagen o a los resultados desde puntos como la ética, el trabajo, la exigencia, seguimiento individual, etc., los seguidores de esa línea de trabajo justifican esta propuesta indicando que las organizaciones pueden ser monitoreadas desde la administración central y que además esto repercutirá en mejorar el clima laboral. La realidad es que los seguidores de estas prácticas no tienen la menor idea de una organización y su funcionamiento, es fácil jugar a este tipo de implementaciones de la new age con dinero ajeno y sin correr riesgos, dilapidar empresas solo por no tener fundamentos, que grabe situación enfrentan empresarios, trabajadores y comunidades en general con estas prácticas poco técnicas. Las empresas que no suelen dar importancia al departamento de Talento Humano, a las personas o al DO (Desarrollo Organizacional) suelen implantar prácticas contra el talento, imagino equipos en la cancha sin capitanes ni líderes, sin jugadores de primera línea que apoyen la gestión del DT. Los Messi, Ronaldos y Neimar, los Mascherano y Novoa relegados por ideas de futbol robótico, es muy probable que puedan existir y que puedan obtener resultados primarios, pero sin talento desequilibrante fácilmente y en poco tiempo se le entendería el estilo y al ser tan robótico se le podría predecir no solo en actuaciones colectivas, sino también en actuaciones de equipo (si lo logran formar). Creer que un título de cuarto nivel es garantía de éxito o que cualquiera puede hacer un trabajo y contratar a quien pida menos es una premisa engañosa, no todos los que están en la cancha lograran lo que hizo el rey Pelé o Johan Cruyff es idéntica la comparación con los grandes de su organización, recuerde que no es lo mismo que se apague una estrella puesto que cumplió un ciclo, a que la estrella sea echada a patadas y que después usted no pueda remplazarla ni justificar su ausencia. Imagen cortesía Shutterstock
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