¿Les ha pasado que cuando van a ver a un bebé, dicen que está hermoso, pero no es cierto? Si les ha pasado no se sientan mal, de hecho, los bebés no son bonitos ni feos simplemente son bebés. Pues bueno al igual que el caso de los bebés, cuando hablamos de marcas también llegamos a mentir, diciendo que su logotipo está hermoso, pero sucede exactamente igual que lo que menciona, realmente ningún logotipo está ligado a la belleza, ¡es mentira!, claro, desde mi punto de vista, y para ser honesto tienes que revisar la base de datos de las marcas mexicanas para que te des cuenta de que habrá de todo en el mundo marcario, y que no puede ir por la vida diciendo mentiras, cuando realmente las marcas solo son marcas, y no guardan una estricta relación con la garantía de por qué tienen elementos bonitos dejaran de ser buenas marcas. Por esto la belleza exterior de una marca no es un parámetro para medir qué tan buena es, ¡ni nunca lo será! Desde mi punto de vista. En mi papel de conocedor y mi experiencia en valuación de este tipo de activos, he encontrado marcas con elementos gráficos muy sencillos pero que generan enorme cantidad de ventas y que así se mantienen durante sus años de vida, mientras que he visto algunas otras sumamente extraordinarias con elementos gráficos únicos y novedosos que generan un golpe de vista enorme, pero que sus dueños están quebrados por falta de ventas. Por eso a veces es bueno dejar de lado la belleza de nuestras marcas e ir más allá y complementar con otros factores que generarán una mayor atracción, sin olvidarnos que todo es parte de… encontrando un equilibrio gráfico, ideológico y fonético, generando una buena marca, no por su estética sino por su contenido y otros factores. Teniendo un buen equilibrio es como podemos decir que tenemos la marca de nuestros sueños y podemos jurar que no solo gráficamente es bella, sino que también lo es en su interior, podemos hacer que registrarla valga la pena y que dicho registro nos generará un orgullo inmenso. Posiblemente este tema sea muy contradictorio, pero a como lo digo todo es acerca de un equilibro, tampoco es bueno dejarse llevar por el contenido, porque el instituto de marcas te puede rechazar tu marca por carecer de atractivo visual… bueno de hecho no puede, pero si entras al sistema si te daría pena ajena ver algunas marcas sin coherencia publicitaria. Algunas de éstas son registros producidos por el ego de sus dueños, no por una decisión jurídica o financiera, sino por una decisión personal de tener algo que presumir. Hay que ser muy responsables al momento de registrar, hay que hacer un ejercicio básico para ver si nuestro “bebé” cumpliría con todas nuestras expectativas, no solamente con la estética, sino que ideológicamente es buena y más aún fonéticamente es fácil de captar…
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