Con la continua baja de las relaciones presenciales en todos los campos de la sociedad, se había optado por considerar que el ser humano, más propiamente las nuevas generaciones, estaban perdiendo todo signo de empatía y cercanía con los demás. Esta consecuencia fue atribuida a la velocidad de expansión de las posibilidades digitales que llegaron a ser parte, incluso, de la manera como le hablamos a alguien. Todo este fenómeno llevó a muchas empresas a adoptar el modelo de estrategia digital, como la manera de acaparar a todo ese público. Los besos, abrazos, palabras bonitas, estrategias físicas de marketing han sido reemplazadas por campañas digitales y emojis. Cada vez se tiene menor contacto personal para crear vínculos y las experiencias han quedado relegados a lo que suceda frente a la pantalla. La anterior es una visión generalizada del panorama actual y produce una pregunta en particular ¿es esta la manera de llevar la comunicación de la marca? Muchos ya la han adoptado, pero eso no habla de su efectividad. Más allá de lo que a simple vista parece ser lo mejor manera para comunicar en el mercado, la realidad es que la actual y siguiente generación piden a gritos ahogados toques de emoción y humanidad en lo que se ofrece. La manera fría de comunicar en la era digital habla mucho de lograr ventas, pero no de fidelizar personas el cual debería ser el objetivo. Pareciera que siempre la respuesta es convertir un producto físico en uno digital, cuando la realidad nos muestra que las emociones de lo digital jamás se comparará a lo que puede lograrse de forma física. Tan cierto es que marcas nacidas en el boom digital como Amazon están montando establecimientos físicos que evoquen la emoción que es imposible de transmitir vía Internet, la cercanía humana, la experiencia física, el juego con con los sentidos y las emociones humanas. imagen cortesía de Shutterstock
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