Actualmente, muchos son los ejercicios de comunicación dignos de aplaudirse por su trascendencia mediática. Uno de estos es sin duda alguna el que se cocina en Roastbrief, con un contenido totalmente focalizado a los amantes del marketing y la publicidad. Roastbrief se ha convertido en un referente, en un medio obligado a seguir por promover la cultura del conocimiento. Por otra parte, El snack, el nuevo programa de Roastbrief TV, es uno de esos contenidos que satisfacen la necesidad de estar informado producido en un formato atractivo -que muy bien podría caber en un canal de televisión- porque marca la diferencia con la bandera del profesionalismo. Pero vayamos al punto, ¿qué diferencia existe entre producir contenido en línea y en medios tradicionales? Mucho se ha tocado el tema de la Libertad de Expresión en internet, pero ésta se ha confundido con el hecho de decir malas palabras por decirlas, atacar y hablar sin fundamento. Esto es como apoyar a una señora que va a la iglesia a rezar por la paz mundial pero que ignora cruelmente al limosnero de la entrada. Pero no todo lo que está en Internet funciona en televisión o en otro medio masivo, son contextos diferentes, ni youtube ni vine se pueden comparar a la pantalla chica, ni un sitio de podcast se puede comparar con la radio; los escenarios marcan la diferencia. Aunque hay productos que gracias a su calidad funcionan tanto en mass media como on line. Pongamos un ejemplo. “El pulso de la república” con CHUMEL, logró gran impacto por la calidad de su contenido –y esto nada tiene que ver con el lenguaje que utiliza-. Tal fue su éxito que llamó la atención de HBO, demostrando que lo bien hecho puede “entrar al aire”. Aunque recuerden, así como las ideas que no se llevan a cabo simplemente son ocurrencias, no es lo mismo capturar imágenes para Instagram que ser un fotógrafo. No es lo mismo grabar videos para Vine que ser un cineasta. Valoremos el contenido de calidad sea on line o entre “al aire”. Imagen cortesía de Shutterstock
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