La creatividad no es patrimonio exclusivo de ninguna profesión y es la esencia de muchas. Jamás ha estado reservada para algunos pocos, simplemente está al lado de cada uno de nosotros esperando despertar. Ejercitar la creatividad debe ser una tarea estimulante. Es algo que todos podemos desarrollar. Aislarte es poco productivo. Salí y conectá. Compartí. Vivenciá. Sé un cocreador. Déjate inspirar por el mundo que te rodea. Las ideas laten en todo proceso creativo. Sin embargo pocas tienen su origen en un momento de inspiración. Puede ser que la idea se incube en un momento ¡ajá! o Eureka, pero para que progrese debe curtirse. Como ocurre con el vino o con el queso, también a las ideas hay que dejarlas madurar. Necesitan ser trabajadas. No podemos crear si antes no imaginamos. La prueba de que la idea creativa es buena es que provoca imaginar a quien se la contamos. La imaginación es la que no inspira para crear nuevas soluciones. La creatividad es la que pone esa creación en contexto. La innovación es la que desarrolla aquello creado para que sea novedoso y útil en su campo. Lo importante es sumar capacidades y no restar posibilidades. La buena noticia es que la creatividad se recupera: se puede potenciar, entrenar y desarrollar deliberadamente. Para ser creativo no hace falta tener un cerebro superior o una edad determinada. Nuestro cerebro está preparado para ser creativo. Lo único que le impide expresar la creatividad es creer que existe gente creativa y gente no creativa y que tu y yo nos acomodamos en esta segunda categoría. Para romper con las reglas hay que hacerse de reglas ¡Vamos, reglas para romper las reglas! Suena raro, lo sé, pero es así. Somos parte del proceso. Está ahí. Es sencillo y las técnicas de la creatividad está para ayudarnos. Lo difícil es atreverse a pensar en cosas nuevas. Salir de la zona de confort. La creatividad moviliza, provoca múltiples emociones menos rechazo. Debemos evitar a toda costa las frases asesinas de la creatividad. El inconformismo, la apatía, la ignorancia y el miedo a equivocarse son claros frenos. Vale decir que gran parte de las mejores ideas alguna vez fueron consideradas no factibles o fuera de lugar. La creatividad es el acto de convertir ideas nuevas e imaginativas en realidad. Con valor. Si no, se trata solamente de ser diferente por la diferencia misma. Y eso no es creatividad. Una idea que no funciona no es necesariamente un error. Fracasar es crecer y fortalecerse. Aprender a aprender no tiene que ser una actividad desapasionada. Tiene que ser el motor para la curiosidad y para la exploración. Sé curioso. Pregunta todo, como si fuéramos niños. Vivir en actitud creativa es sencillo pero no fácil. Implica simplemente pensar… y pensar es gratis. Porque ya sabemos que es más cómodo estar conforme con todo e ir transitando por la vida como por una cinta transportadora. Pero no hay comparación. Es mucho más apasionante ir pensando continuamente qué se puede mejorar. Ser protagonista implica asumir riesgos. Sin riesgos, cambiar o mejorar queda en manos de otros. A nosotros nos cuestan los cambios. Mientras tanto, los cambios se van sucediendo. Cambiar es posible, no es que sea fácil ¡no es nada fácil! Requiere un montón de esfuerzo, de tiempo y de trabajo. Pero es posible. El cambio es posible. Marcar la diferencia siempre está en el hombre. Solo es cuestión de que lo creas. La pregunta es la siguiente: ¿qué quieren para su vida? ¿ser protagonistas o espectadores? Continuará… Imagen cortesía de Shutterstock
Discussion about this post