En la conquista debes ser el mejor, no sólo por tu aspecto, sino por los sentimientos que despiertas en y la manera en que te recuerden. Las mujeres tienen mayor experiencia en procesar la información de sus prospectos, ya que aún predomina el cortejo por parte del hombre hacia la mujer (aunque poco a poco la tendencia de la mujer por tomar la iniciativa ha ido en aumento) y en este juego de roles, un aspecto importante cobra protagonismo: LA SEDUCCIÓN. Una llamada significa que desea escuchar tu voz para motivarlo (a) a avanzar en el juego. Un mensaje representa la intención de hacer un alto en tu rutina y sorprender. Una visita demuestra galantería y fina coquetería. Los sentidos son la herramienta perfecta para conquistar el corazón de las personas. Aunque técnicamente hablando, el corazón es un órgano motor que rige la circulación de la sangre en el cuerpo y no cuenta con carácter sintiente. La idea que tenemos de nuestro órgano principal es aquella en la que nuestras emociones, nuestros sentimientos, impresiones y pasiones son depositadas y guardadas para evocar recuerdos de diferente naturaleza. El marketing no es ajeno a esta situación. En la literatura moderna (post, blogs, páginas, seminarios web, libros electrónicos y demás) la premisa se fundamenta en algo muy sencillo: Generar Experiencias Memorables. Esta frase se ha vuelto tan repetitiva que pasa a ser una obviedad. Y como regla general las obviedades se pasan por alto, lo que da una connotación negativa a nuestro trinomio: la no exaltación de la compra por parte de nuestros clientes. Normalmente se han establecido estrategias y tácticas creativas e innovadoras que funcionan al momento de pagar. Es sencillo fascinar a nuestros consumidores, pero, ¿la tarea debe hacerse hasta ese punto? ¿Y qué pasó con la conquista? ¿Con el enamoramiento? ¿Con las llamadas para supervisar la calidad del producto? ¿Con los mensajes lindos que nos emocionan cuando recibimos bonos de fidelidad o membresía preferencial? ¿Acaso se ha perdido la galantería de enviar una carta escrita a mano por el propio director de la compañía en donde le agradece por haberlos elegido en vez de la competencia? Y por qué no, aplicar la técnica del mercadeo tradicional que se basa en 4 supuestos: Atraer, Conquistar, Convertir Y Fidelizar. El mercadeo tradicional ha variado y esas mismas premisas se aplican hacia el inbound, outbound, merchandising, contenidos, medios sociales y todas las nuevas técnicas existentes. Estoy de acuerdo con que la metodología de hacer marketing ha cambiado y esto conlleva a nuevas ramificaciones del área. Pero, lo que no estoy de acuerdo es que tales premisas no sean congruentes con sus bases sencillas: Atraer, Conquistar, Convertir Y Fidelizar. Para esto, la empresa debe ser el caballero galante que despierta más de un suspiro en su público y lo sorprende día a día hasta que conquiste su corazón, lo que conlleva a una relación duradera, hasta llegar al punto que el cliente sea fiel y se case con la marca. A eso le llamo una verdadera arma de seducción. Imagen cortesía de iStock
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