Capítulo 1: Preámbulo. El que aún no tiene WhatsApp es porque aún se comunica con señales de humo satisfactoriamente. Hoy en día muchos preferimos comunicarnos por este medio por varias ventajas que nos interesan. En WhatsApp no existe el silencio incómodo, por lo que es más fácil pensar en una variedad de respuestas que satisfacen una pregunta con unos minutos de tiempo a decir lo primero que se nos viene a la cabeza mientras la otra persona espera durante la llamada o de manera presencial. Capítulo 2: El saludo Iniciar una conversación es complicado, lo que llaman romper el hielo en un momento determina el camino que tendrá la conversación. Es por esto que muchos expertos en el campo han determinado la forma adecuada de saludar. Hay quienes lo describen de una manera más compleja. Y siempre está la opción de implantar nuevos métodos creativos. Capítulo 3: ¿Tu qué opinas? Coquetearle a alguien por este medio lleno de expresiones, emoticones, risas y micos tapándose los ojos es mucho más sencillo por el tiempo de respuesta que tenemos para escoger nuestra siguiente jugada. Podemos decir que estábamos en el baño o paseando al perro, mientras identificamos la excusa perfecta para no ir a una reunión o cancelar una cita. Capítulo 4: Pantallazos Hablar por este medio es realmente un trabajo en equipo. Tomar pantallazos de las conversaciones y distribuirlas entre tus amigos cual consejo de sabios en junta para oír sus opiniones es vital para la escogencia de un emoticón. Capítulo 5: Escoger el adjetivo Conocemos por nuestras clases de español que la función de los adjetivos es complementar al sustantivo, de tal forma que acompleje la oración. No es lo mismo escribir “Hoy en la universidad te veías muy linda” (acercamiento totalmente directo, sin nada de gracia pero como se diría ´con esa frase no se puede fallar´). Que escribir “Hoy en la universidad te veías intrigante” (un tanto más arriesgado ya que necesita explicación igualmente creativa, pero da la posibilidad de generar un impacto más fuerte en la otra persona junto con una sonrisa). O escribir “Hoy en la universidad te veías despampanante” (similar al primero, pero indica que fue pensado un poco más el mensaje antes de ser enviado, sinónimo de interés). Lo importante es siempre poner al miquito tapándose los ojos.
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