Partamos de la base de que no soy un experto en deportes, es más, estoy gordo, aunque trato de ejercitarme al menos 4 veces a la semana. Juego tenis y probablemente mi habilidad me pondría en el ranking de la ATP como en el puesto un millón. Evidentemente, estoy lejísimos de representar a mi país en cualquier deporte, vaya ni en matatena. Tampoco soy un hater, pero no soy un patriota cegado por los triunfos y el orgullo ¿? de ser representado por nuestros atletas y tal vez después de este post, perderé lectores, mucha gente pedirá que se me destierre de esta sagrada nación y seré tachado de mexicano cangrejo. También debo apuntar que para ser creativo soy una persona bastante cerebral y analítica. Me encantan las estadísticas y me parece una manera interesante e imparcial de ver resultados. Sé que hay muchos otros factores que determinan los resultados de las competencias y desafortunadamente, no tengo todos los datos en la mano para poder hacer un análisis certero, así que si alguien quería mandarme directo a ESPN o a Fox Sports como analista para tumbar a Joserra, por favor desistan, que esto lo hago desde mi completa y total ignorancia. Punto número uno: Alexa Moreno, la gimnasta que quedó en lugar 31 en el all around femenino, no está gorda, su IMC es normal, solo que su masa muscular está por arriba de la norma por sus extenuantes entrenamientos, caso muy similar al de Simone Biles, la gimnasta Norteamericana. Alexa tiene 22 años, debutó a los 16 en competencias, es campeona centroamericana y tiene 2 medallas de oro en esa competencia. Simone tiene 19 años, debutó a los 11 en competencias, ganó 4 medallas de oro y una de bronce en estas olimpiadas y desde el 2013 suma 14 medallas en campeonatos mundiales, 10 de ellas, doradas. Punto número dos: Con respecto al desempeño de nuestra delegación, México trajo tres medallas de plata y dos de bronce. Si bien los defensores de la patria claman que “hay que estar orgullosos de quienes nos representan”, ponerlos a todos en un pedestal, erigirles estatuas en sus ciudades natales y conseguirles patrocinios millonarios porque son un ejemplo a seguir, me parece que el resultado no es para estar feliz. Y tristemente nos fue un poquito mejor que de costumbre (ya voy a llegar a mi explicación, ténganme paciencia). Todos nos dejamos llevar por la euforia de los países ganadores y pensamos que vamos a traer 20 medallas y cuando vemos los resultados, nos quejamos de los deportistas y de los directivos, cuando históricamente (por lo menos desde las olimpiadas de México 68), hemos promediado 4 medallas por olimpiada. Sí. Así que ahora que conseguimos cinco, pues estamos por arriba de nuestro patético promedio. Es verdad que quienes ganaron lo han hecho casi solos, pero como dije, 5 medallas es verdaderamente un desastre para el volumen de mexicanos que habitamos este país. Pero como también ya dije, un desastre al que ya deberíamos estar acostumbrados. Así que hicimos una competencia pobre, tal cual como siempre la hemos tenido históricamente. “No hay apoyo”, “los directivos son unos ladrones”, “somos de tercer mundo”, “está cabrón repetir una medalla”, “los jueces nos odian”, sí, sí y mil veces sí a todo, PERO ¿cuántas de las otras delegaciones no tendrán casos similares y cuáles fueron sus resultados? Lo único que no tiene un dato detrás y que tengo que decir es: como atleta, si ganaste medalla, eres un héroe. Si quedaste en top 10 como muchos lo hicieron, felicidades, eres un ejemplo a seguir y haz logrado eso a pesar de todas las adversidades que conlleva el ser deportista de alto rendimiento en este país. Es más, si lograste esto sin ningún apoyo y sueñas con conseguir una medalla, mejor busca un país de primer mundo que te apoye, nacionalízate y gana. Que la ya conocida fuga de cerebros se convierta en fuga de músculos. Si Alejandro González Iñárritu tuvo que irse para triunfar en el cine ¿por qué no vas a hacerlo tú? Que la Federación se vaya al diablo. Y que no se me tome como vendepatrias, yo siempre he sido partidario de ponerse la camiseta de quien te apoya y te es leal, pero si nadie te ayuda, creo que es preferible convertirse en mercenario que en mártir a lo pendejo, por alguien que lejos de apoyarte te da la espalda. Tú te lo mereces, tu esfuerzo se lo merece y tu familia se lo merece. Si no quedaste entre los diez mejores, tienes que entrenar mucho más. Por ti, no por México. Puedes ser campeón panamericano, felicidades, estás muy cabrón, pero si vas a competir en natación olímpica, debes saber que la medalla de oro de los 100 metros mariposa, por decir algo, se consigue nadándolos en 50.39 segundos. Si tu mejor tiempo y récord Panamericano y récord de país y orgullo nacional y de todos los niños es de 52.22, SIMPLEMENTE, NO TE VA A DAR EL TIEMPO PARA GANAR UNA MEDALLA. Olvídate del oro, el último lugar de esta competencia lo nada en 51.84. Sesenta y dos centésimas menos que tu mejor tiempo. Una eternidad. Injusto, sí. Pero real. Así que debes pasar más tiempo en el gym, en la alberca y meterle mucho más disciplina a tu preparación para bajarle a tu tiempo y convertirte en deportista de la élite mundial. Si no lo haces, no hay manera (a menos que creas que la virgen va a emerger del fondo de la alberca para darte un empujón en los últimos 20 metros). Serás lo más chingón que ha visto tu país, tu familia y tu colonia, pero no vas a conseguir subirte al podio. No digo que no vayas y no compitas, simplemente digo que vas a tener que hacer un esfuerzo sobrehumano para lograr una presea, porque tu realidad y tu entrenamiento, no te da para más. Ok, los números son fríos pero hay deportes que son de apreciación y en donde la habilidad de nuestros deportistas es medida por un tercero. Pues en estos tampoco logramos mucho, porque “los jueces nos odian”, “los jueces vieron otra pelea”, “nos prendieron las luces y nos desconcentraron” y “me rebasaron al final”. Por lo poco que vi en los deportes de apreciación, a nuestros atletas les falta blindaje mental. Técnicamente y físicamente están en el nivel para poder competir, pero se quiebran fácilmente ante la presión y por eso terminan rasguñando el podio y totalmente frustrados. Los atletas chinos son témpanos de hielo. Y claro, todos los criticamos “por ser robots” y “traer atole en la sangre” pero es casi imposible verlos equivocarse, aun con presión encima. Y ¿qué creen?, ellos sí se quedan con las medallas. 70, para ser exactos. Y para los que declaran que repetir medallas es imposible, piensen en el ejemplo de la clavadista China Chen Ruolin que lleva 3 olimpiadas consecutivas ganando el oro en clavados. Tiene 23 años y 5 medallas de oro. O el caso de Usain Bolt con 3 olimpiadas y 9 medallas de oro, cinco de ellas consecutivas. Ya no menciono a Phelps, que lleva 5 olimpiadas ganando medallas y ha logrado cosechar más medallas de oro que 95 países, porque él no es de este planeta. Como saben soy creativo publicitario y nuestras olimpiadas (el festival de Cannes) son totalmente subjetivas. Nuestro talento es medido por terceros, acá no hay un cronómetro al cual ganarle, o un oponente a quién derrotar. Bueno, pues lo que he aprendido de este Festival es una estadística que indica que de lo inscrito, solo pasa a la lista de lo que probablemente puede ganar un premio alrededor de un 15% y que de ese número, solo un promedio del 25% se lleva un reconocimiento. Por otro lado, tengo entendido que en béisbol, quien conecta 3 hits de cada 10 lanzamientos es considerado un jugador fuera de serie y que por lo general para ser tomado en cuenta como un buen jugador, se debe pegar de hit dos de cada 10 lanzamientos. Entonces, teniendo estos dos parámetros de éxito como referencia, me aventuro a formular la hipótesis de que se puede considerar una actuación sobresaliente el tomar el 100% de una delegación y que esta consiga convertir un 15% a medallas. Una conversión por debajo del 5% la consideraremos una actuación deficiente (porque si mandas gente sin el objetivo de ganar una medalla a la competencia deportiva más exigente del mundo, entonces, ¿para qué carajos mandas a nadie?), del 5 al 9 % una actuación promedio, del 9 al 14% una muy buena actuación y por arriba del 15%, como ya mencioné anteriormente, un desempeño verdaderamente sobresaliente. Así que vamos a ver un poco de números: Estos juegos olímpicos repartieron 2,012 preseas. De la delegación de 124 atletas que México mandó, (la más grande desde Munich en 1972) solo pudimos traer tres medallas de plata y dos de bronce (2 menos que las olimpiadas de Londres con 25 atletas más y no conseguimos ningún oro) y eso casi al término de la justa. Sip, de 120 millones de paisanos, el Comité Olímpico Mexicano y la CONADE solo pudieron encontrar y apoyar a cinco chingones que ganaran medallas. Vamos con los gringos. Los máximos ganadores de la competencia de verano. Ellos mandaron 558 atletas. Aplicando el criterio de triunfo inventado por un servidor (independientemente de si las federaciones ésto o aquello y de si los jueces ésto y aquello) la delegación logró ganar 121 medallas. Es decir, convirtieron el 21.6%. De las 2,012 medallas otorgadas, lograron quedarse casi con el 6% del total para colocarse en el primer lugar. (Detallar sus oros, platas y bronces sería una locura que solo IBM puede analizar así que me voy a quedar hasta aquí). Lo que sí vale la pena resaltar es que de los 10 atletas que más medallas ganaron, 6 son estadounidenses. Para ilustrar mejor mi punto, si los gringos hubieran convertido a medallas nuestro porcentaje, hubieran conseguido solo 22 medallas, suma que los hubiera ubicado en la posición número diez, en lugar del número uno. Ok sí, pero ellos son una potencia con la que no podemos compararnos Luis, sé realista y busquemos otra comparación. Bueno, pensemos en Sudáfrica, con una delegación de 137 atletas (número muy cercano al nuestro). Sus deportistas lograron convertir el 7.2% a medallas, es decir 10 preseas en total. Participación promedio pero nada despreciable para el país, supongo. Sí Luis, pero sigues comparándonos con primer mundo, o sea. Brasil mandó 465 atletas (una bestialidad) y consiguió 19 medallas, siete de ellas de oro. La conversión de medallas en relación al número de atletas fue como la nuestra (4%) lo que podría considerarse como un fracaso, pero los ubicó como el país Latinoamericano mejor posicionado en el medallero. Sí pero ellos mandaron un chingo de atletas y además eran los anfitriones, esa comparación no se vale. La comitiva deportiva de Argentina fue de 213 participantes. Convirtieron un penoso 1.8% a medallas porque son de tercer mundo. Tres de oro y una de plata. Muy por debajo de los estándares de éxito establecidos anteriormente y también por debajo de nuestro índice de conversión pero aún así, quedaron en cuarto lugar de Latinoamérica con una actuación pobre. Pero gracias a los oros, ellos regresaron a casa con cuatro muy buenas razones para festejar. Ahora para poner un comparativo con el tercer mundo de otro lado, si quieren pongamos a Filipinas. Sólo mandó 13 atletas. Convirtió por arriba de nosotros (7.6%) y se trajo una medalla. Sí, 13 atletas. Nada. Y aún así lograron un triunfo, con una actuación promedio. Cuba mandó una delegación exactamente igual de nutrida que la nuestra (124 deportistas) y consiguió once medallas. Convirtió un 8.8%. Más del doble que nosotros. Ah y sí, ganaron 5 oros. Bielorusia también mandó 124 deportistas y consiguió 9 medallas, una de ellas de oro. Convirtió casi el doble que nosotros, es decir un 7.3% y lo ubicó en el lugar 40 del medallero. ¿Un país que mandó menos atletas? Jamaica. Comitiva de tan solo 60, trajo 11 medallas, 6 de ellas doradas lo que los colocó en el puesto 16. Ellos convirtieron un impresionante 18%, con Usain Bolt al frente, un atleta que carga a esta pequeña isla en sus hombros. Pero también cabe destacar que 14 de sus participantes consiguieron medallas. Un impresionante 18% del total de su delegación. O Irán, con una comitiva de 64 atletas y acreedores a 8 medallas, tres de ellas de oro. Convirtieron un nada despreciable 12% y también se ubicaron por encima de nosotros. ¿Y qué decir del participante más magro del top 10 del medallero? Corea del sur. Aparece en el lugar 8, con 21 triunfos y una comitiva de 208 atletas. Ellos, lograron una conversión del 10%. En promedio, los países del top 10 de medallas lograron convertir un porcentaje del 13% del total de sus delegaciones. ¿Ejemplo a seguir? Azerbayán, que con una comitiva de tan solo 56 atletas logró conseguir 15 medallas totales, contando una de oro. Una increíble conversión del 26%. En vez de robarse el dinero para apoyar a los atletas, la CONADE y el Comité Olímpico Mexicano tendrían que irse a robar el modelo, porque sus resultados son incluso superiores que los de los Norteamericanos. Así que nada, ganamos tres de plata y dos de bronce, lo que nos ubicó en el lugar 61 del medallero entre Malasia y Argelia. Solo que Malasia mandó 32 atletas y ganó 5 medallas, convirtiendo un extraordinario 15% a preseas (tres veces lo que nosotros) y Argelia mandó 65 atletas ganando dos medallas, es decir, una actuación muy pobre, pero casi empatando a México, con la mitad de deportistas. De hecho de los 60 países que se ubicaron por arriba de nosotros en el medallero, 44 llevaron delegaciones mucho más pequeñas que la nuestra. Nosotros convertimos a medallas el 4% del total de nuestra delegación. Una actuación deficiente, pero estadísticamente, exactamente el promedio de conversión que hemos tenido en las últimas 13 olimpiadas. Es decir, desde México 68, no hemos sido capaces de subir de un 5% (estadísticamente, porque Londres 2012 había sido nuestra mejor olimpiada desde Moscú en 1980). Pretextos más, pretextos menos, sin burlarme de ningún atleta ni menospreciando su esfuerzo (ellos tienen toda mi admiración y mis respetos, en especial a María Espinoza que es una Diosa del Tae kwon Do, Germán Sánchez, Lupita González, Ismael Hernández, Paola Espinosa, Misael Rodríguez, Alejandra Valencia, Claudia Rivas, Iván García y Diego del Real) y sí apuntando a las Federaciones y todos sus directivos mafiosos que se quedan con el dinero destinado al apoyo a los atletas o lo gastan en sus noviecitas, la actuación de nuestro país es otro episodio mediocre de la historia del deporte Nacional, independientemente de las preseas obtenidas en esta ocasión por este quinteto de Titanes. Es una actuación como las de siempre. La Federación y el Comité tendrían que estallar, desaparecer y volver a nacer con el propósito de crear y nutrir atletas, no intereses personales. Ojalá se tome este nuevo ridículo como ejemplo (no lo van a hacer) para preparar mejor a los atletas e invertir mejor la plata en desarrollo, visoría, instalaciones y equipo técnico. Somos el segundo país de Latinoamérica que más invierte en desarrollo deportivo (2,800 millones de pesos) pero los resultados están muy por debajo de cualquier expectativa. Sin ir más lejos, es de todos sabido que nuestro medallista olímpico de box hasta hace unos meses pedía dinero en los camiones para poder competir porque su Federación no le daba un solo centavo. Tenemos cuatro años para que Tokio, sea una actuación de conversión del 15%, independientemente del número de atletas que vayan. Buen viernes tengan todos.
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