Conocer sobre el comportamiento exacto de nuestro cerebro ante diferentes situaciones de la vida cotidiana es algo sumamente productivo, sobre todo para la inmensa mayoría de compañías que invierten miles de dólares en investigación y desarrollo para obtener como ROI millones de dólares. No estoy en desacuerdo con ellos, ya que a todos nos encanta el dinero y nos motiva a tener la calidad de vida que deseamos. Pero, ¿qué tal si agregamos otro objetivo al de la rentabilidad y usamos la ciencia para fidelizar, consentir y brindarle experiencias memorables a nuestros clientes? Con eso matamos 2 pájaros de un solo tiro: obtenemos sonrisas cada vez que nuestra caja registradora suena. Basado en el libro “Neurociencia, empresa y Marketing” obtenemos 4 herramientas potentes para usar asertivamente: 1—Atención Consciente: el 46% de las personas se la pasa divagando en cosas que nada tienen que ver con la realidad. Para la mayoría aplica el dicho “soñar no cuesta nada” y no está mal, sólo que se debe hacer en momentos oportunos, y no mientras que tenemos a los clientes en frente nuestro y lo miramos por inercia mientras que nuestra red neural por defecto se encuentra en modo ON divagando en el siguiente viaje de vacaciones a Cancún. 2—Concentración Consciente: ¿no les ha pasado que tienen un problema de dimensiones enormes y después de tanto pensar, pensar y pensar, tienen un instante de lucidez en donde una idea sencilla les puede arreglar su vida? A eso le llamamos destello de consciencia, en donde la mente, después de procesar las miles de alternativas, genera una solución sencilla, rápida y efectiva, liberando HORMONAS que relajan el cuerpo y permiten pensar objetivamente. 3—Neuroplasticidad Autodirigida: el ingrediente clave a la hora de conectar las neuronas radica en concentrar la atención. A cada momento elegimos la manera en que funcionarán nuestras mentes. De igual manera, elegimos quiénes seremos en el siguiente instante. Es por esto, que las estrategias a corto, mediano y largo plazo ya no van en un entorno tan cambiante; necesita encontrar el mecanismo de adaptación. La empresa es un organismo vivo, por lo cual, cambia, y si los directivos de las empresas aprenden a auto-entrenar su cerebro para sobreponerse a situaciones de presión en momentos de crisis financiera, los riesgos económicos que tendrían más adelante serían menores. 4—Neuronas Espejo: muchos de nosotros nos llenamos de angustia y ansiedad cuando estamos viendo una película de terror y sabemos que si el protagonista abre esa puerta, lo más probable es que lo maten o le hagan daño. Las neuronas espejo funcionan como acto de familiaridad, ya que, estamos tan habituados a los sucesos del día a día que es difícil sorprendernos. Por eso, una de las marcas más queridas y conocidas es Coca-Cola, porque ha utilizado la respuesta del cerebro en situaciones comunes y ayuda a salir del paisaje habitual con el que está acostumbrado nuestro cerebro. ¿Difícil comprender las herramientas? ¡NO! ¿Fácil tenerlas en cuenta en el día a día para mejorar nuestra forma de actuar y procesar con mayor facilidad y efectividad nuestras decisiones? ¡SÍ! Imagen cortesía de iStock
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