Cuando inicié a trabajar en el hermoso universo publicitario, empecé como Community Manager; tenía a mi cargo más de seis cuentas. Era la encargada del contenido, y del mantenimiento digital de las mismas. Cierta mañana, -cuando el trabajo era mayor de lo normal- se nos llamó a una reunión de “Community`s Martes” (eran los días martes a las 08:30am) “para llamada de atención”. Y fue ahí cuando escuché esto: La marca que llevas, habla por ti. De tu trabajo, tu dedicación, tu esfuerzo, tu creatividad y tu responsabilidad para tratarla. Me pegó fuerte, porque es cierto. ¿Qué hablaban mi docena de marcas en ese entonces? Algunas decían que no les dedicaba toda al atención que demandaban de mí, otras, hablaban de buenos conceptos de la mano de una acertada creatividad, y otras ni lo uno ni lo otro. Fue entonces cuando me di cuenta, que no es sinónimo de productividad tener a tu cargo demasiadas marcas o cuentas –como quieras llamarle- es sinónimo de desconcentración y un poco de desorden. A partir de ahí, dediqué el mismo tiempo a cada marca, no le daba preferencia a mis favoritas, al contrario, hice de todas mis favoritas. Cada marca que pasa por nuestras manos hablan de nosotros. De nuestro trabajo, ¿Quién mejor que ellas para dictar sentencia? Cuando queramos que los demás conozcan cómo van nuestras marcas, no hablemos, presentémoslas. Que salgan a escena, porque ellas indudablemente, dirán la verdad. Ahora que me dedico a generar contenido de cuatro marcas, veo atrás, y agradezco el aprendizaje forjado a mano de hierro. Ese aprendizaje es un valor agregado para hacer mejor lo que hago hoy. Contenido y Creatividad. Imagen cortesía de iStock
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