¿Cuántas veces has tenido la fantasía de crear una campaña tan premiada que David Droga te pida trabajo? ¿Tú también has visto en cada pitch o proyecto la oportunidad de sacarle un premio? ¿Tu imaginación y tu realidad ahora se confunden al ver y hacer piezas que parecen de festival? Oh, no. Sufres de Premitis. La Premitis es una enfermedad bien canija, mala onda, cegadora y hasta problemática. Es como los celos; no lo puedes controlar, todo alucinas y buscas pedos por cualquier cosa. ¡Tranquilo, para todo hay una cura! Probablemente hayas intentado ir a terapia, hablado con amigos y llorado viendo Cannes y sus ganadores; creyendo que tú también podrías estar ahí, pero las cosas simplemente no son así. Debes aceptar lo que tienes y no buscar premios como quien busca Pokemones. La vida real no es así. No existen los Don Drapers, ni la publicidad es tan sencilla como parece en los programas. Debes tener claro que para lo que te pagan es para solucionar problemas de forma creativa, si en el proceso tu habilidad, experiencia, suerte o inclusive plagio, te hacen ganador… ¡felicidades! Pero no es tan simple. Recuerda que los clientes son como las novias de antaño, las debes cuidar, tratar con pinzas, presentarte a sus papás… bueno, básicamente demostrar que no eres una piraña con sed de carne. Así es con las cuentas que ganan premios (no todas, claro), debes darle una seguridad, una garantía a cliente de por qué arriesgarse. Finalmente, recuerda que estás en una industria que vive de ego y conexiones; échale ganas y demuestra de qué estás hecho. A continuación unas palabras mías, originales y no robadas para tu inspiración: “Hay que trabajar duro para conseguir lo que quieres en la vida. Tu palabra es tu capital. Haz lo que dices que vas a hacer. Trates a las personas con dignidad y respeto. Porque recuerda que el único límite para alcanzar tus logros, es la fortaleza de tus sueños y tu voluntad de trabajar por ellos” Bueno, mentí un poquito, no es mi speech, es de Michelle Obama pero con eso de que ahora todo se vale, pensé que si así como ustedes hacen truchos y tienen Premitis, yo por qué no podría “inspirarme” en un discurso que al parecer, es de dominio público, ¿o no? Imagen cortesía de iStock
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