Para los publicitarios nuestro lugar de trabajo se puede convertir en una segunda casa y nuestros compañeros en una segunda familia. Pasamos allí tantas y tan intensas horas que es imposible que esto no ocurra en mayor o menor medida. Nuestras jornadas son imprevisibles, un día nos puede tocar quedarnos a cenar y un fin de semana irnos de rodaje, nunca se sabe, pero si hay algo asegurado es que estas experiencias, de la misma manera que hacen aflorar los nervios y provocan que salten chispas de mal humor, unen al equipo de la agencia de una manera única e indescriptible. Lo cierto es que si analizamos la situación con detenimiento incluso podríamos asignar un rol familiar a cada uno de los perfiles profesionales que conviven en una agencia: Los cuentas y los planners conforman el tándem central de una familia: el padre y la madre. Los cuentas son los responsables directos de la captación de nuevos clientes y de la relación con los actuales y, por tanto, de la entrada de ingresos en la agencia. Así mismo, el planner es ese padre o madre que siempre tiene las palabras acertadas para cada uno de sus hijos, puede darles el mismo consejo a todos ellos pero con las palabras que cada uno necesita para entenderlo, a través de los briefings para los diferentes equipos de la agencia. Aunque muchos puedan pensar que el equipo creativo es ese amigo irresponsable e inmaduro de la familia que siempre acaba estropeando cualquier evento con sus espectáculos y borracheras, lo cierto es que más bien somos como los hijos pequeños de la familia, ya que como se dice “un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido”. Los creativos son esos niños de la familia que siempre van de un lado a otro, que preguntan incesantemente qué es todo y el porqué de todo, ya que su inocente curiosidad no les permite esconder sus dudas. Disfrutan del trabajo en equipo de la misma manera que un grupo de amigos en una tarde en el parque. Recursos humanos: se encargan, principalmente, de la comunicación interna en la agencia, por ello se encargan del rol del abuelo sabio de la familia. Siempre está ahí para mediar cuando hay discusiones o diferencias entre los miembros de la familia y, sea quien sea el que haya empezado o el responsable del malentendido, ellos siempre tendrán la última palabra y el resto de familiares deberán aceptar sus decisiones. El equipo de Relaciones Públicas es ese familiar que siempre está atento a cada detalle, que se preocupa de recordar los cumpleaños de toda la familia y de preparar una sorpresa para cada uno en su día especial. Se encargan de la organización de cualquier evento familiar y siempre consiguen que todo salga perfecto. Tienen un don innato para preparar cualquier reunión sea del tipo que sea, son amantes del protocolo, del orden y de los buenos modales, por ello siempre que la familia tiene algo que celebrar acude a ellos para que les ayuden a que ese día sea especial. Los miembros del equipo de Producción son los encargados de inmortalizar cada pasito de la familia, ese padre orgulloso que siempre va, cámara en mano, persiguiendo a los diferentes miembros de la familia para robarles una foto despistados o para grabar cada momento como si fuese único. Gracias a ellos los recuerdos se materializan en piezas audiovisuales y gráficas a las que podemos recurrir siempre que nos asalten la nostalgia y la melancolía y necesitemos revivir algún momento feliz. Los Community Managers son ese hijo adolescente y moderno de la familia, siempre atento a los últimos avances tecnológicos y al cambio de algoritmo de las diferentes redes sociales para obtener siempre el rendimiento máximo de éstas. Junto con el equipo de Medios se encarga de dar a conocer a todo el mundo las producciones del familiar anterior (producción), a través de diversos soportes, medios y plataformas. Clientes: son ese cuñado o tío que nunca sabes con qué humor llegará a la reunión. Puede ser el más adorable y comprensivo, preguntando a toda la familia cómo les ha ido desde la última vez que se vieron, o parecer el miembro más fiel y longevo del club de los creadores de “con 30 y aún soltero” o “no me puedo creer que te hayas atrevido a venir así vestido”. Solo que en el caso de la agencia esas frasecillas serán sustituidas por “me parece increíble que con lo bien que me expliqué no entendieseis lo que quería” o “presentadme alguna versión más que ninguna de estas tres me convence”. Las empresas subcontratadas u otras agencias con las que se colabore son los amigos inseparables de la familia a los que los niños llaman tío y tía, ya que forman parte de la familia desde que tienen uso de razón. Son compañeros de aventuras con los que la familia emprende un sinfín de proyectos, ya que siempre están dispuestos a dar lo mejor de sí para conseguir un objetivo común. Todas las familias cuenta con alguno a lo largo de su trayectoria, ya que somos conscientes de que una sola agencia no puede cubrir todas las necesidades de nuestros clientes y que hay veces que colaborar es una magnífica elección. Imagen cortesía de iStock
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