Estamos en temporada de premiaciones. Muchas agencias comienzan a “poner guapas” las ideas que presentan, otras tantas ya las han enviado y todo con un solo fin: obtener el reconocimiento de los colegas de la industria logrando así, la difusión de su trabajo y la obtención de prestigio y rentabilidad como empresa. Nunca he tenido problemas con las premiaciones o los reconocimientos a los trabajos bien realizados, al contrario, es una forma de incentivar el esfuerzo de calidad. Con lo que sí tengo problemas es con las piezas hechas solamente para premiación, es decir, que no tienen una aplicación ni presencia en el área comercial. En pocas palabras: un “trucho”. El querer asimilar un éxito obtenido por medio de piezas ficticias, es lo mismo que alterar tu CV argumentando que trabajaste en algún lugar que quizá jamás has visitado. Pero las agencias no tienen la culpa, sólo intentan ganar un poco de renombre para que cuando llegue la hora de presentarse con un cliente, tengan las “suficientes” credenciales como para generar credibilidad y confianza. Y siguiendo con el silogismo mencionado, sí, LAS MARCAS TIENEN LA CULPA. No es por querer justificar esto o aquello, pero piénsalo de esta forma: que las marcas contraten a una agencia por lo que ven bien “por encimita” es el equivalente de querer encontrar al amor de tu vida en Tinder. No quiero decir que no se pueda, pero creo más conveniente conocer a la persona en cuestión; acercarte, compartir gustos y afinidades, y con base en información más detallada –y por supuesto un buen criterio-, podrás elegir a la persona correcta, o al cliente correcto, en su defecto. ¿Y por qué esta letanía cuando prometí enfocarme en las ideas “redondas”? Muy fácil: La mejor forma de ganar premios, hacer sinergia con un cliente y crecer como publicista es generar ideas con sentido. Como bien lo mencioné: quitarles las esquinas, sacarlas de la caja, que hagan sentido o sumen, como dirían en el medio. Te compartiré a continuación 3 perspectivas personales de cómo hacerlo. A mí me han funcionado, espero también funcionen para ti.
- ¿Tú lo comprarías?
Este es el criterio principal en cualquier cosa que hagas. Una exjefa solía decirme todo el tiempo “¿a ti te llama la atención ese copy?” Y tras varias vueltas, entendía que no estaba escribiendo algo que creyera realmente que funcionara, sino algo que estuviera “bonito” para el cliente. No caigas en ese error, confía en tu criterio, al final todo lo haces con ayuda de él. Lánzate y propón algo que tú mismo comprarías, llámese idea, estrategia, concepto, propuesta, diseño o lo que sea que hagas.
- ¿Tiene sentido?
Aquí entra un tema en discusión porque muchas veces es cuestión de perspectiva, pero creo sólidamente que si tienes un Brief y entiendes cuáles son los objetivos de la comunicación, puedes arriesgarte a proponer, todo alineado a la identidad de tu marca y a dichos objetivos. Ahora que si no lo tienes muy claro, ¡mejor háblalo primero! Debes tomar en cuenta que TÚ eres el experto en el tema y el cliente sólo debería aprobar o rechazar según sus requerimientos. Solo acércate el tiempo que sea necesario hasta que tengas muy claro de qué va la campaña. Con eso y un buen criterio, podrás hacer maravillas.
- ¿Es suficiente?
Esto se refiere del esfuerzo empleado en trabajar dicha pieza/campaña/whatever que del talento que tengas. Siempre es bueno dedicarle tiempo a tu trabajo, no sólo para mejorar la calidad, también para verlo desde distintas perspectivas; no es lo mismo cómo lo ves a las 8:00pm después de 4 horas de junta, que cómo lo verás a las 10:00am aún fresco y lleno de energía. Analízalo empleando los dos puntos anteriores y dale las vueltas necesarias hasta que todo encaje como piezas en un rompecabezas. Cada detalle debe concordar con el siguiente y así sucesivamente. Claro, mientras más eficiente puedas hacer tu tiempo, más te agradecerá el cliente y todos los integrantes del equipo, recuerda que aquí todo urge. Esto me ha funcionado a mí, sigo empleándolo y perfeccionando mi trabajo, pero creo que si para mi es valioso, tal vez para ti pueda llegar a serlo. Sólo una cosa te pido: deja atrás los “truchos” de una buena vez…
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