A todos nos llega el momento en que sentimos que los días son muy cortos, tanto que deseamos unas cuantas horas más de trabajo, con la familia, en la escuela, junto a nuestra pareja. De tal modo que empezamos a dar prioridad a las tareas de «mayor peso», sin percatarnos que estamos afectando las más importantes de nuestra vida. Aquello a lo que realmente debes darle el mayor valor, lo que te complementa, lo que te hace feliz. Tu pasión, tu hobby, en resumen lo que a ti te gusta. Irlo dejando por desidia, por falta de disciplina y voluntad, porque crees que tienes aún el suficiente tiempo y la arrogancia para decir que eres bueno y no necesitas práctica, es un grave error. El “lo hago mañana” nunca llegará, dentro unas décadas lamentarás más lo que dejaste de hacer. Encuentra tu pasión y sigue haciendo lo que amas. Haz tiempo. ¡Recupéralo! Si tu situación te tiene a la deriva retoma el camino que te guió a lo que eres hoy. Que la pasión te invada y te lleve a lo que te llene, te eleve y te haga mejor. No permitas que el miedo te impida hacer lo que deseas y te lleve por un sendero erróneo, dejando tus sueños para otra ocasión. Y cuando el éxito haya consagrado tantos años de labor, cuando tus deseos se hayan cumplido, cuando logres conseguir tus objetivos, cuando emplees tus habilidades y talentos para hacer algo más grande en el mundo… Sigue haciendo lo que te gusta. Imagen cortesía de iStock
Comentarios