Las redes sociales son, para poco más del 80% de la población, parte de la vida diaria: Despertamos y revisamos nuestro Facebook, leemos nuestros mensajes en Whatsapp, revisamos las noticias a través de Twitter, tomamos fotos de nuestros alimentos y bebidas en Instagram… Al igual que muchos de los inventos del siglo XX, pareciera que siempre hubiéramos dependido de ellas… Y estamos pagando por estar ahí. No me refiero al uso publicitario de las redes sociales, ni a los factores que implican el poder utilizar una red social (como el tener un Smartphone, contar con Wi-fi o un plan de datos, ni el tiempo que “inviertes” en actualizar tus datos). Simplemente me refiero a que, para poder utilizar de manera personal cualquier de las redes sociales, has hecho un pago inicial y te has mantenido pagando hasta el momento. ¿A qué me refiero? Te invito a que me ayudes a recordar qué tuviste que hacer para entrar a Facebook, por poner un ejemplo:
- Ingresas al sitio
- Creas una cuenta donde otorgas tu correo, nombre, ubicación, etc
- Agregas a tus amigos, seleccionas intereses, pones una foto de perfil y cuentas “en qué estás pensando”.
¿Aún no has captado en dónde hiciste un pago? Déjame ayudarte con una pista: no has utilizado dinero para pagar. Las redes sociales te cuestan… pero la moneda de cambio no es el dinero, es TU INFORMACIÓN. Sin darnos cuenta, aceptamos brindar información sobre nosotros a cambio de pertenecer a un lugar donde convives de manera virtual con miles de millones de personas. Y no sólo eso, sino que seguimos pagando con más y más información para consumir más y más información. Si alguna vez has batallado por no saber qué regalarle a alguien en su Cumpleaños, lo único que necesitas hacer es entrar a alguna de sus redes sociales y ver todo aquello que le gusta, lo que comparte y lo cualquier otra información para darte una mejor idea de lo que pueda querer. Y no importa si su información básica (nombre, ubicación, empleo, etc) es falsa, nuestro muro es mucho más transparente que otras cosas o, ¿acaso te gusta compartir algo que se te indiferente o no te llame la atención? Con esto no me refiero a que sea malo -y menos si te dedicas al MKT Digital-… Lo que trato de hacer es invitarte a analizar quién eres y cómo eres en tus cuentas personales, y a que no busques ser otro más que tú mismo. ¿Qué opinas al respecto? Deja tu opinión en los comentarios. Imagen cortesía de iStock
Comentarios