¡Saludos! Estuve pensando sobre las perspectivas que toma el diseñador. Mucha veces tenemos que situarnos como productores, como clientes, como usuarios, etc., para desarrollar nuestros proyectos, bueno aquí les platico un poco más sobre el diseñador en su rol de autor… Me gustaría empezar con una conceptualización personal sobre el diseño, veámoslo como un medio que permite el enlace de la información con el destinatario, es el vehículo que da entrada a una estructura que permite interacción y se transforma en conocimiento. El diseñador debe mediar con la información pertinente y con códigos culturales de su contexto, códigos que brindan significado a los distintos lenguajes que pueden ser interpretados para resolver algún problema de comunicación visual. Esto significa que nosotros debemos generar una estrategia para configurar un mensaje dispuesto a decodificarse. Mencioné algo importante, mediar con códigos culturales, esto supone adentrarnos a una cultura, identificarnos con la audiencia, y conectar con la óptica del usuario pues muchas veces debemos adoptar la perspectiva de destinatario final. El objetivo es influirnos (como creativos) por esos códigos, e influirlos a ellos como audiencia en el mensaje para generar una reacción (motivación) frente a su interpretación o decodificación. Como especialista, el diseñador debe prever la relación autor-texto-lector, es decir, como autor debe seguir un proceso creativo que le permita tomar decisiones como elegir los elementos (signos) de su diseño y sobre todo la configuración del mensaje. Siendo el mediador del texto debe intuir la posible interpretación que pudiera desarrollar el público para darle una buena dirección al mensaje, y teniendo una perspectiva propia de lector debe reconocer la intención del mensaje para darle una significación, un valor interpretativo al diseño. Me explico, estoy hablando que nosotros los diseñadores en el rol de autor, debemos trabajar sobre una línea que empieza por adentrarse a un círculo socio-cultural, uniendo la intención del mensaje, motivando la interacción del lector para finalizar en la interpretación, convertida en información-conocimiento. Por supuesto, la producción de signos conlleva un importante bagaje cultural por parte del creativo, e implica conocer códigos que posteriormente se podrán romper o no, el punto es conocerlos, adecuarse a ellos, unirse a ellos, pero ante todo emitir una interlocución con el generador de estos códigos, con el usuario. El verdadero motor de la comunicación son los emisores y receptores, así es que emitamos mensajes que cobren significado y valor de su propio sistema simbólico, para tener la posibilidad de obtener una buena retroalimentación del receptor. En realidad todo esto aplica a cualquier rama de diseño, al final somos un ente transformador que busca unir distintas realidades y pretende resolver problemas de su contexto. Evidentemente como autores de nuestros procesos de diseño, seguimos un método que crea o materializa “objetos” para optimizar las actividades del hombre. Me despido, soy Erika. !Hasta la próxima! Imagen cortesía de iStock
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