¿La crisis viene provocada por el cambio o el cambio surge como consecuencia de la crisis? Para muchos teóricos la respuesta es ambivalente. Para unos, la crisis es un estado en el que las empresas se encuentran debido a que no tuvieron previa planificación hacia ese tipo de escenarios. Para otros, es un marco temporal en el que la empresa se encuentra sumergida debido a las tendencias volátiles del mercado. Quizá los puntos de vista que cada uno tenga son válidos, pero, quienes realmente pueden relatar el verdadero significado de una crisis son las mismas compañías que pasan por ella. Una definición sencilla de la crisis podría tener una connotación de adaptabilidad de la solución al problema planteado. Si una compañía pasa por un periodo de ventas bajas, hará lo posible por generar planes, estrategias y tácticas para salir lo más pronto de ella. De igual manera, si la situación es así de complicada, no queda otra decisión de prescindir de un número considerable de empleados, siendo que este posible “remedio” perjudica más la situación actual. Una crisis no es tenida en cuenta hasta que afecta tu bolsillo. Una persona no da cuenta de su estado de gravedad hasta que no puede pagar sus necesidades básicas y tiene que pedir ayuda. Así mismo pasa con las compañías, sólo que ellas no pueden lamentarse y esperar que “caiga del cielo un milagro” El cambio es bueno para superar adversidades. No siempre que tenemos un problema se recomienda hacerlo. De hecho, las personas nunca cambian, solo modulan un comportamiento ante un contexto inesperado. Ante esta atmósfera, cualquiera piensa que replantear el rumbo actual es la solución al problema; y tienen toda la razón, pero cometen el mismo pecado capital que el 86% de las empresas que han fracasado: CÓMO APLICARLO El cambio es el resultado de una acción que se altera. A diferencia de ello, la capacidad de cambiar ejemplifica la metodología por la cual debe adaptarse la empresa para salir avante en su preocupación. Decidir cambiar lleva cuestión de segundos mientras que se toma la decisión, pero llevar el cambio es una cosa totalmente diferente. En el mundo que vivimos, tan complejo, tan competitivo, tan rápido y tan superfluo, la mayoría de empresas han fallado por las malas de decisiones de sus directivos. Es bien sabido que las empresas son organismos vivos, que cumplen una función orgánica dentro de un ecosistema capitalista. Por ser un organismo, posee características de dependencia, al ser controlada y/o administrada por personas que si HAN CAMBIADO sus preceptos y han llevado a la quiebra a más de una compañía exitosa. La premisa fundamental de las personas debe consistir en el SER. La capacidad intrapersonal es aquella que nos centra en nuestro estado actual y nos lleva a conseguir nuestras metas a través de lo que HACEMOS. Si cumplimos estas dos partes, obtenemos lo que queremos. Así, obtenemos la siguiente ecuación: SER + HACER = TENER Infortunadamente los tiempos han cambiado, y no sólo eso: el KNOW HOW por el que tanto hablamos. Los ejecutivos modernos intentan cambiar el mundo a través de lo que TIENEN para demostrar que con sus acciones se obtienen resultados exorbitantes. De esa manera, su capacidad de HACER las cosas queda relegada a un segundo plano, por lo que lleva a algo aún más triste: el SER queda al final de la ecuación: primero TENEMOS; luego HACEMOS para de algún modo poder SER. Lo grave de las crisis es que los cambios deben ser administrados por personas que sepan interpretar la información recibida. Hoy día, manejar datos y cifras no basta para sobrellevar tiempos difíciles. Sólo la sabiduría conceptual encierra un conjunto de ideas que deben ser puestas con un toque de inteligencia emocional. Si eso se da, podemos cambiar la pregunta inicial, para obtener como resultado: un cambio viene precedido por una oportunidad de mercado que la crisis dejó.
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