Trabajar en publicidad es apasionante. Y cuando digo apasionante me refiero a toda la energía, intensidad y vigor que imprimimos en cuentas, campañas, pitches y proyectos. Sí, ¡oh bendita y adictiva publicidad, déjame beber de tus mieles embriagantes de eternidad! Toda empresa, más allá de haber sido fundada por un gran emprendedor o maestro gurú del tema, se construye a través de la gente. Sí, es verdad, la gente hace a las empresas. No es de extrañarse que las agencias de publicidad (aunque nos han hecho creer que los acrónimos que llevan por nombre, son todo) estén construidas en la gente y por la gente. La diferencia entre trabajar en una agencia de publicidad a hacerlo en cualquier otra empresa, radica en la integración, fusión y hasta mimetización (no en todos, pero en la mayoría de los casos) entre compañeros, colegas y amigos. La pasión desbordante que nos ofrece el mundo de la publicidad, el rush eterno, la adrenalina y emoción de hacer y ver campañas hechas por ti o tu equipo logran unificar y fusionar a las personas de una manera muy particular. Es en la convivencia diaria y el excesivo tiempo que se pasa juntos, que las personas se vuelven parte de nuestra vida, se posicionan en nuestra mente y generan un brand experience en nuestro corazón; unas más, otras menos. Todo es miel sobre hojuelas hasta que la gente empieza a moverse, a cambiar, a buscar nuevas oportunidades. Es ahí cuando nace lo que denomino “el Síndrome Publicitario Del Abandono”. El SDAP tiene las principales características:
- Pensamientos recurrentes de fatalidad (fin del mundo, muerte)
- Depresión personal (de leve a moderada)
- Ataques de ansiedad
- Cambios de humor sin razón aparente
- Reclamos infundados en fantasías
- Envidia, rencor o coraje hacia la persona
- Sentimientos de abandono y traición
- Depresión laboral (pretextos para huevonear)
- Ambivalencia sentimental
- Deseos de fracaso hacia el compañero
Estos sentimientos son naturales, comprensibles y completamente entendibles. Dicen que el tiempo lo cura todo, pero en publicidad el tiempo es el enemigo principal cuando de campañas se trata, afortunadamente al hablar de personas, el mismo rush hace que el SDAP dure no más de 2 semanas, por lo que no se necesita medicamento para tratarlo, claro, excepto una buena peda para celebrar la nueva vida que le espera a quién a elegido aventurarse a vivir el mismo rush pero en otro lado, con otra gente y otros clientes.
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