El otro día mi mamá me preguntaba por qué no habrá recibido FAVs en el estado que puso en su Whatsapp. A veces envío un chiste al chat familiar y al rato me llama mi papá a contármelo en primicia. Mis padres son sabios en muchas cosas pero la tecnología no es una de esas, en cambio mis hijos de 1 y 5 años, son unos verdaderos maestros. En días recientes se celebró en Bogotá La Feria del Libro y uno de los aspectos que despertó mayor polémica fue que uno de los invitados la hizo colapsar, pero lo verdaderamente interesante fue que no se trataba de un autor convencional, era un youtuber. Debo admitir que he sido de los que más me he burlado del tema en las redes sociales pero no a modo de crítica, pues no me parece mal que un youtuber saque un libro, de hecho se supone que todos deberíamos escribir al menos uno. Me he burlado porque me parece irónico que ahora sean los jóvenes quienes tienen que educar a los viejos. Alvin Toffler, autor de La Tercera Ola, lo predijo. Él pensaba que deberían abrir escuelas para los ancianos, porque antes los viejos instruían a los niños, pero de alguna manera ahora son los niños quienes alfabetizan a los viejos. Cada época viene con su controversia y cada controversia nace del temor al cambio de paradigmas, pero solo el cambio de paradigmas es lo que nos permite evolucionar como sociedad. Como docente, no pretendo que mis alumnos piensen que me las sé todas, por el contrario, me encanta cuando me controvierten, porque me obligan a mantenerme actualizado. No se trata de quien escribe los libros, se trata de los libros que leemos y el lector siempre encontrará el contenido que le es interesante, así que bienvenida esta nueva generación de lectores y escritores, pero nunca olvidemos que los anteriores, igualmente siempre tendrán algo qué enseñarnos. PD: Feliz día de la madre a doña Rosita, quien me enseñó las cosas más importantes de la vida. Imagen cortesía de iStock
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