En el mercado, la sabiduría y la ciencia juegan un papel importante para abordar las ventas, el servicio al cliente e incluso el entrenamiento de los colaboradores que integran las empresas; esto tiene una consideración fundamental, pero muchas veces descuidada por la naturalidad con la que suelen considerarse en los ambientes laborales. Las personas que participan en los procesos de intercambios de productos y servicios, están llamados a adquirir sabiduría, la cual se basa en la obediencia a los principios del mercadeo y se manifiesta a través de la pasión por las ventas y la sinceridad con los clientes. La sabiduría en el mercadeo, nos conduce prudentemente al aprovechamiento de todas las áreas de la empresa, evitando contrariedades y valorando cada paso, camino del éxito proyectado. Cuando algunos colaboradores desprecian el nuevo conocimiento y la innovación de las prácticas cruciales, apoyándose siempre en su propio juicio; terminan creyendo que lo que hacen está bien sin importar en contra de quien van y esto puede afectar los esfuerzos por potencializar la propuesta de valor de la organización. De ahí que la sabiduría marcara la prudencia necesaria para abordar las acciones en el mercado. Así mismo, hemos de considerar la ciencia, que no se refiere meramente al conocimiento de las personas, sino a la percepción razonable de la grandeza y el valor que tiene el mercadeo; la ciencia introducida en los elementos más básicos y profundos del marketing, enfocará los sentidos de los colaboradores y clientes, para admirar juntamente la creatividad e ingenio de los productos o servicios. La ciencia, ha de ofrecernos una profunda sintonía con la estrategia y a la vez nos convierte en colaboradores partícipes de la limpidez de las acciones realizadas por la empresa en su segmento de mercado. Y es en esta perspectiva, donde logramos captar los clientes, a partir de elementos intangibles que nos ayudan a reconocer los beneficios detrás de la oferta. Quedarnos simplemente en el producto o servicio, admirando su composición o novedad, seria riesgoso si ello no está acompañado de un plan que enseñe a los clientes la “fortuna” de adquirirlo, ya que podemos recaer en una serie de atrevimientos por dinero y publicidad. Para lo cual, la Sabiduría y la ciencia, llevarán a desarrollar una inteligencia comercial que permitirá con astucia aprovechar las oportunidades del mercado, comprender las necesidades de los clientes, y encontrar qué opciones de producción tiene la empresa para renovarse en el tiempo. Si a principios del siglo XX, las empresas orientaban la producción a las masas críticas, que habilitó la existencia de grandes excedentes de productos en sus depósitos, naciendo con las “Áreas de Ventas” en las primeras organizaciones y adoptando el uso de un lenguaje de planeamiento y operaciones; hoy muchos años después, el mercadeo se orienta hacia las personas, sus sentimientos y necesidades particulares. En ese punto, es donde precisamente la sabiduría y la ciencia se destacan a manera de ventaja para la estrategia de posicionamiento en la mente de los clientes, como el actual campo de batalla de las empresas por conquistar los mercados. Visiono colaboradores sabios y amantes de la ciencia como expresión admirable del mercadeo… hasta pronto. AUTOR Deivi Becerra Colombiano. Administrador de Empresas y académico investigador. ¡Ante todo creativo y recursivo! Promotor de nuevo conocimiento en la dinámica organizacional desde la confluencia del Mercadeo y el Diseño Gráfico. Estoy en Facebook: deiviacademia; también en Twitter: @BecerraDeivi. Fuente imagen: Canstockphoto
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