Hace un par de semanas escribí el artículo “Periodismo + Marketing = ¿Brand Journalism?” y fue muy bien recibido, la aceptación -para el momento- fue la adecuada y me llovieron cantidad de preguntas que con mucha responsabilidad pude responder. Ahora, un tiempo después de aquel escrito surgió la interrogante: ¿fui muy cerrada al afirmar ciertos aspectos o sencillamente estamos viviendo otra realidad? Aclaremos términos… nuevamente El periodismo de marca es algo relativamente nuevo si lo comparamos con el ejercicio periodístico que desde la baja edad media está haciendo de las suyas, sin embargo, eso no le quita méritos a la hora de comprar el periodismo de siempre, el que conocemos y vivimos con el digital y ahora con el de marca. Sí, obviamente no tiene los mismos fines ni están creados bajo la misma necesidad pero característicamente comparten la palabra PERIODISMO. En mi escrito anterior (que mencioné líneas arriba) mi enfoque fue más al hecho de lo común que se ha vuelto confundir el ejercicio del periodismo con otras profesiones y no tanto en la inclusión del término dentro de nuevas ramas o nuevos campos. Como periodista especializada y ahora haciendo vida dentro del periodismo institucional y de marca, esto de los términos no solo me vuelve loca a mí sino que a todos los que inician dentro de esta bella carrera, les agobia que su trabajo sea especificado bajo parámetros que tal vez sean tan cambiantes como tu estado de ánimo o el clima de tu país. ¿Qué hace cada quién? Ser comunicador no es fácil, por lo que ostentar el cargo de periodista tampoco lo es. Estar intensamente en la búsqueda exhaustiva de información y encima producir contenidos que informen a toda una sociedad sobre su entorno y su contexto buscando ser la voz que de quienes seguramente están callados tiene su precio. En la actualidad, las escuelas de Comunicación Social y/o Periodismo se fusionan y se plantean ser integrales, pues las comunicaciones se han ido transformando tal cual como en la teoría de la mediamorfosis. El periodismo también tiene intereses en la construcción de relatos trascendentales, y por ello se han creado tantas vertientes como gotas de lluvia en una tormenta. En el siglo XX se fue generando una nueva categorización entre el periodismo informativo y el periodismo investigativo, actualmente la clasificación incluye el periodismo digital, y periodismo especializado por fuentes. ¿Y el periodismo de marca qué?, ¿es una necesidad corporativa o simplemente es el nuevo boom de las compañías? Para cada pregunta una respuesta. La necesidad ya no solo es informar El periodismo de marca se ha estado desarrollando a tal velocidad que se está haciendo necesario otorgar a las compañías de canales propios de comunicación para comunicarse e interactuar directamente con sus públicos, es decir, se nos está planteando a los periodistas una nueva manera de comunicar desde las organizaciones. Ahora bien, ¿qué busca informar la empresa y cuáles son los intereses periodísticos que pueden llegar a tener una marca? Hace poco una colega me etiquetó en un contenido sobre precisamente este tema y el autor del tema en cuestión afirmaba que el periodismo de marca no atiende a las mismas estrategias u objetivos que el periodismo en general y ES CIERTO. El periodismo de marca está creado para construir reputación de marca y afinidad, no para vender directamente productos o servicios, ni para decirte lo que está mal en ella, aunque al hacer lo primero, sobre todo en medios digitales, lo segundo se facilita y lo tercero sale solo. La falsa diatriba El Brand Journalism, al igual que el periodismo, se afianza en la credibilidad y en la autoridad que tenga un medio de comunicación. Por consiguiente, la información que se publique bajo el sello de una marca debe ser confiable y transparente y es importante que demuestre conocimiento sobre su sector, pero ¿Quién hablaría de lo que está mal en su negocio? Aunque no es nuestro trabajo hablar mal, denunciar e informar sobre las injusticias sí que lo es. Siendo éticamente responsables, los intereses periodísticos no se acoplan a los intereses del Brand Journalism. Entonces ¿Cuál es la controversia?
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