Anteriormente ya había mencionado que el buen emprendedor, tiene una marca registrada. Esto denota la importancia de registrar nuestra marca, debido a que tu marca forma parte del círculo perfecto de tu imagen. Si bien es cierto que mayoría de las empresas y/o personas físicas ya cuentan con conocimientos básicos en materia de propiedad intelectual, así como que cuentan con el interés que reviste el uso de la marca con la finalidad de establecer una diferencia de sus productos frente a los de la competencia, sin embargo, no todas o todos están consientes de la trascendencia que esto conlleva, y se dejan llevar por la decidia y la comodidad jurídica, sí comodidad jurídica, un estado en donde solamente realizas tus actividades habituales de comercio, sin importar si cuentas con una protección debida, el típico vender, vender… Si el usuario de una marca no la protege mediante el registro, la misma se encontrará en un estado de vulnerabilidad frente a terceros, es decir, otras empresas podrán utilizarla a sabiendas de este o sin ser conscientes de esta situación, ya sea mediante el uso del mismo signo distintivo u otro semejante en grado de confusión. En consecuencia, podrían aprovecharse de la reputación de nuestra marca con el deseo de crear una relación ficticia entre ambos competidores e inducir al público consumidor al engaño, y como consecuencia final bajar nuestras ventas o peor aun arruinar nuestra reputación por la diferencia en la calidad de los productos, en especial si el de la competencia es de calidad superior. El registro de nuestra marca, permite el derecho exclusivo de utilizarla, esto no permite que otros comercialicen productos idénticos o semejantes bajo la misma marca, y no se prestaría al error, y por último estaríamos totalmente identificados en un mercado competitivo. Otros de los beneficios que trae consigo el registrar una marca es el de garantizar que los consumidores nos identifiquen en los anaqueles o en el nicho de mercado que atacamos, y esto permite proyectar nuestra empresa mediante la imagen para la creación de una reputación, así como que puede esta imagen ser sujeto de concesión de licencias, limitando la competencia indirecta. Pero lo más importante del registro de una marca es que incita a las empresas a invertir tiempo y dinero en el mantenimiento o en la mejora sobre la calidad de los productos, así como la renovación de imagen, y por ende contar con un mercado aun más competitivo y más selectivo, en donde lo que defina el cliente final sean las experiencias anteriores con el producto y no el engaño por relaciones ficticias. AUTOR Cristian Lozano Licenciado en Derecho y Asuntos Internacionales. Derecho mercantil, derecho publicitario, derecho de propiedad intelectual y valuación de activos intangibles. Gestión administrativa, corporativa, notarial, jurídica, valuación y propiedad Intelectual. Apasionado por la publicidad y la mercadotecnia. Casado desde hace 3 años y padre de un bebé de 6 meses de edad.
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