En las agencias de publicidad hay todo un universo de seres diferentes, de polos opuestos que se atraen para poner un funcionamiento una maquinaria de producción de ideas, conceptos y comunicación para poner en valor todo tipo de marcas. Cada uno tiene sus defectos y sus virtudes, como en cualquier oficina, cada uno congenia mejor con unos y peor con otros, pero si algo está claro es que todos ponen su trabajo y pasión al servicio de la agencia y de sus clientes. Hoy, vamos a hacer un pequeño homenaje a cada uno de ellos hablando de las virtudes que, generalmente, acompañan a sus roles. Ejecutivo de Cuentas: es quien se encarga de la captación de clientes y de mantener el contacto con los mismos. Constantemente tienen reuniones y charlas telefónicas, recogen los briefings, realizan presupuestos, organizan la parrilla de trabajos por equipos en la agencia, controlan los timings… Sin ellos, el trabajo sería caótico y la agencia un auténtico descontrol. Su trabajo debe ser muy estresante. He de reconocer que la parte de la relación con los clientes ya me pone los pelos de punta, pero lo que me provoca auténticas pesadillas es sin duda una de sus principales herramientas de trabajo: Excel o cualquier programa que se le parezca. Solo por eso, ¡se merecen el cielo! Planner: normalmente acompaña al Ejecutivo de Cuentas en la recogida del briefing y es quien, posteriormente, se encarga de adaptar las difusas indicaciones del anunciante para que sean comprensibles por el resto de equipos que conforman la agencia. También prepara prepara las presentaciones de propuestas al cliente. Para ello, además se encarga de la ardua tarea de investigación, que conlleva desde realizar unas cuantas búsquedas en Google, hasta pasar días de incógnito en alguna tienda o fábrica para entender realmente lo que se pretende transmitir. Su trabajo facilita enormemente la labor del resto de equipos de la agencia. Su trabajo les obliga a saber un poco de todo, por lo que también son excelentes fuentes de conocimiento. Creativo: se nutre diariamente de productos culturales para fomentar su inspiración, desde libros hasta películas, documentales, exposiciones, conferencias, etc. Si estás cerca suyo, estarás siempre al día de cualquier evento de este tipo que se realice en tu ciudad. Además, suelen ser personas extrovertidas y con un gran sentido del humor, de esas que a cualquiera le gusta tener cerca y que animan las jornadas con sus chistes y juegos de palabras. Aportan una dosis de ingenio y humor cuando la situación se pone tensa en la oficina. Arte: es un experto en tendencias creativas y de diseño, por lo que podrá informarte a la perfección de cuál es el color del año y cuál será el de los siguientes 5 años. Es capaz de dar forma de manera estética y atractiva a los conceptos que crean los creativos. Creativo y arte conforman un tándem llamado dupla, como ya os comenté en un artículo hace unas semanas. Ambos son los que dan vida a la parte visible de las campañas, haciendo posible que todo el trabajo de la agencia vea la luz. Director de medios: se encarga de que las piezas creadas en la agencia lleguen al consumidor, relacionándose con los diferentes medios publicitarios: televisión, radio, revistas, prensa, cartelería… Su labor es fundamental, ya que sin ella el trabajo en la agencia no tendría ningún sentido. Buscan siempre las mejores opciones para el cliente, llevando a cabo una constante labor de negociación. Supervisan encarecidamente cada uno de los trabajos, ya que son el último filtro por el que pasan las piezas antes de llegar al consumidor. Informático: su trabajo es esencial para cualquier otro miembro de la agencia. Es el encargado de ayudarnos cuando parece que la impresora vaya a explotar o cuando el e-mail de la agencia decide no funcionar y estamos perdiendo los nervios intentando recibir el correo con el vigésimo tercer cambio del cliente. Consigue que lo que a nosotros nos parece imposible de solucionar parezca un juego de niños tocando tan solo algunos botones, como si de sus dedos surgiesen varitas mágicas cada vez que toca el teclado. Administración: son los que se encargan de los cobros y los pagos, por lo que son quienes, generalmente, alegran a todo el personal una vez al mes con el reparto de la nómina. Se encargan también de la reserva de hoteles y transporte cuando los equipos de la agencia tiene que viajar a algún festival, rodaje o entrega de premios, así como del papeleo, entre otras cosas. Su labor pasa desapercibida, pero sin ellos el trabajo en la agencia sería insostenible. Becario: trabaja siempre de buena gana y dispuesto a cualquier encargo que se le pida. Tiene muchas ganas de aprender y aporta un golpe de aire fresco al trabajo en la agencia. Si se lo piden hará cafés, aunque seguro que agradece que no se le solicite. Es el futuro de la publicidad y sigue con admiración los pasos de los profesionales con los que trabaja, por lo que es una persona respetuosa y con ganas de aportar lo mejor de sí en cualquier proyecto en el que se vea involucrado. El profesional que debería haber en toda agencia: un psicólogo: si existiese este cargo en las agencias sería, sin duda, uno de los más atareados. Debería mediar constantemente entre los diferentes cargos de la agencia, además de dar consuelo y asesoramiento a todos ellos. Si algún profesional de la psicología aceptase el reto, estoy segura de que necesitaría su propio psicólogo para no acabar desquiciado. Imagen cortesía de iStock
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