Los hay gigantes, los hay chiquitos, grandes campañas que terminan siendo avisos. A veces son un par de correcciones, otras llenan el computador de mil versiones. Un concepto bien pensado muere, el cliente nunca sabe lo que quiere, Aunque el creativo lo defiende como puede, el cliente muy pocas veces cede y termina enviando ajustes a las 6:00 pm. ¡Oh ajustes del día a día! ¿sin ustedes la publicidad qué sería? ¿Cómo estar en contra o a favor si el cliente jura que es diseñador, planner y redactor, y según lo que nos han dicho siempre tiene la razón? Es como pelear contra la corriente, al final el que nos paga es el cliente. Cuando salen ajustes injustificados de su boca, lo mejor es decirle que se equivoca, pero no así como así, espera un momento, dile que se equivoca pero con argumentos. Y aunque algunos digan que no es cierto, muchas campañas terminan siendo insertos, las ideas tienen futuros inciertos, pero no por eso hay que dejar de hacer Intentos. Ajustes habrá siempre, porque si dices que te las sabes todas, mientes. Trabaja de una manera productiva y que todo quede claro con la ejecutiva, envía una propuesta clientera y déjate llevar con una creativa. Nunca pienses que trabajas en vano, para lograr el día a día con el cliente hay que trabajar de la mano, porque así a ti no te guste, debes conocerlo para que no te llene de ajustes.
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