Lo que un diseñador debe tener siempre claro es que “la escritura es la manifestación gráfica de las palabras”. Por lo mismo cuando en la ejecución de un mensaje la escritura es parte fundamental de la comunicación, utilizar el recurso tipográfico de manera clara es un mandatorio. El manejo tipográfico es fundamental para relacionar el concepto con las características de cada tipografía, donde aparecen características como: familia tipográfica, cuerpo, grosor, color, posición, tamaño, entre otras. Las cuales el profesional del diseño se encargará de disponer tras un análisis del mensaje. A pesar de que ahora no existen patrones para el manejo tipográfico, lo importante es que se cumpla el objetivo comunicacional. La tipografía siempre genera códigos los cuales deben ser manipulados con el objetivo de desarrollar un mensaje claro hacia la audiencia a la que va dirigido. Es sencillo descargar una tipografía y generar un aviso o contenido, pero codificar un mensaje visual es mucho más que elegir una familia tipográfica, esa labor es la que diferencia un diseñador normal, de un diseñador conceptual. Cada vez es más común que se utilicen tipografías sin códigos visuales, y sucede por pedidos directos de clientes, los cuales no logran comprender el protagonismo tipográfico en comunicación. Lo cual deja al profesional como un generador de pedidos. La tendencia gráfica actual en branding, comunicación y hasta web es el “lettering”, que son letras dibujadas a mano, no escritas, y es común verlas aplicadas a marcas nuevas de categorías donde el factor visual tiene alta penetración en el mercado. Pero partimos de la “caligrafía” que es la escritura a mano, es decir, tradicional con elementos como bolígrafos, rapidógrafos, pinceles etc. que hacen la escritura mucho más atractiva visualmente, las cuales las vemos compartidas en cuentas de redes sociales como instagram en videos de corta duración. (@betype) Y tenemos la “tipografía digital” usada por todos los diseñadores, que son fuentes o familias tipográficas que las conseguimos de forma gratuita o si es una muy particular por precios cómodos en la web. Entender la diferencia entre estos grupos es básica, aunque ahora todo puede ser digitalizado y creado como una familia tipográfica. Es mejor saber diferenciar una de la otra por conocimiento, innovación e inclusive creatividad. El uso correcto de los recursos tipográficos enriquece visualmente a cualquier labor del profesional del diseño, así también su responsabilidad al momento de comunicar. Imagen cortesía de iStock
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