Supongo que en algún momento de tu carrera te ha tocado (o te tocará) trabajar con alguna organización sin fines de lucro. Bueno, como sabes, y si no, te cuento, tener como cliente este tipo de organizaciones tiene tantas ventajas como desventajas. Una de las más grandes características es la falta de recursos, cosa que limita en demasía. Por otro lado, la ventaja más grande es que puedes proponer toda la creatividad que se te ocurra. Sí, eso suena perfecto, pero regresamos a la falta de recursos y ahí se jode la cosa, pero si eres suficientemente creativo lograrás resolver ese problema y convertirlo en una ventaja competitiva. Lo más gratificante que experimentas, es la satisfacción de saber que las campañas están realmente ayudando a las personas, que se está germinando un cambio, que no haces publicidad banal que sólo vende y posiciona a los gigantes del consumismo. Sí, que realmente estás poniendo tu granito de arena por hacer un mundo mejor (o al menos eso creo). Sea cual sea tu rubro, hayas o no hayas trabajado para una ONG, en definitiva es una experiencia que no debes dejar de hacer (o continuar haciendo), es como una forma de expiar los pecados de ser tan malévolos creando campañas para marcas que lo único que quieren es dinero. Anda, pon tu grano de arena y de paso, asegúrate el paraíso. Imagen cortesía de iStock
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