Hace poco más de 2 meses en mi cuenta de Facebook empezaron a aparecer “ofertas” sobre la creación de logotipos por 30 dólares. El proceso era mediante un software de edición digital donde encontrabas plantillas donde con solo digitar el nombre de tu marca podrías generar un logotipo en menos de 15 minutos. No pretendo criticar esta iniciativa “emprendedora”, pero cuando un grupo humano con el que trabajas se toma la labor de leer un brief para generar una marca y trabaja por más de 15 días, me queda una duda. ¿Cuan prostituida está la industria gráfica? Cobrar 30 dólares por un logotipo, parece una ganga. Cualquier cliente lo consideraría, mucho más si es a su gusto. Pero el problema de esta victima empezará a corto plazo cuando encuentre el mismo logo, que obtuvo en dicha aplicación, para su tienda de ropa, exactamente igual en una heladería; por ejemplo. Es por eso que este tipo de aplicaciones matan nuestra profesión. Un profesional sabe que conceptualizar una marca es un proceso que toma más que 15 minutos frente a un computador, implica investigación, objetivos, mensaje, entre otras cosas que requieren un nivel artístico y profesional. No hablemos solo de logotipos, el material gráfico publicitario tiene costos muy por debajo de lo que un profesional cobraría. Esto genera un desbalance en el mercado profesional, y creando un mercado negro donde la calidad–precio son variables que son ignoradas. Culpar a la crisis económica o la falta de empleo y la necesidad de ingresos no justifican regalar esfuerzo. El aceptar un proyecto por cantidades tan bajas afecta a toda la industria en general, a colegas, a profesores, a creadores de software, a empresas pequeñas y por ende a las mismas marcas. A nivel educativo son muy pocas las instituciones que tocan el tema de cobro sobre una ejecución profesional. Pero no por eso debemos cobrar a precio de gallina robada. Cobrar poco es prostituir la profesión gráfica, publicitaria y comunicacional. Acudir a un freelance buscando un servicio profesional, es una opción muy valida, por ende los precios deben son profesionales. Clientes en general consideran que el trabajo de un freelance es barato y eso es completamente falso. Si eres un profesional freelance o dependiente en una empresa, al llenar una factura, considera que un cobro responsable hará que la demanda crezca considerando el valor real de nuestra industria. Un cobro justo nos hace bien a todos, después de todo un trabajo bien hecho no lo hace cualquiera. Imagen cortesía de iStock
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