El pasado domingo vimos como en la entrega de los premios Oscar, el presentador de la noche, Chris Rock, se hizo eco de una “causa noble” y usando las típicas galletas de las girls scouts, logró recaudar fondos para estas niñas y sus actividades. En la gala, los nominados y los más reconocidos actores de la industria hollywoodense, sacaban billetes verdes para comprar alguna caja de galletas que en algunos casos, hasta sirvió de botana durante el show. Según lo anunciado esa misma noche, la recaudación fue de unos 65 mil dólares, aunque hay portales que desmienten esto y calculan que no superó los 3 mil dólares, sin embargo, la ganancia más grande que tuvieron las niñas scouts no radicó necesariamente en la suma total recaudada, sino mas bien en el branding y patrocinio, el cual según el cálculo de la consultora de investigación Joyce Julius & Associates, tuvo un valor de unos 5,5 millones de dólares. ¿Nada mal no?. Es obvio que en un evento de la talla de los Oscar, nada de eso sucede improvisado, es decir, la escena de la venta de galletas estaba en el guión. ¿Será éste el inicio de una forma de “compromiso social” que usará en adelante los premios de la academia? Desde hace varios años, se impuso una moda entre las empresas y éstas comenzaron a mostrar públicamente su “compromiso ambiental”. Hacían alarde de sus estrategias para reciclar, para ahorrar agua, para ahorrar energía, para optimizar al máximo sus recursos a fin de hacer ver que ellas, la empresas, cuidaban el medio ambiente. Los resultados fueron positivos. La mayoría de esas empresas recibieron como valor agregado la aprobación o aceptación de sus clientes y consumidores por relacionarlos como empresas que ayudaban a cuidar el medio ambiente. Recientemente las empresas de todo el mundo están inclinadas hacia la tendencia del “compromiso social”, y para ello, destinan tiempo y recursos para hacer notar que apoyan, benefician o apadrinan cualquier causa social. De esta manera, instituciones benéficas, fundaciones, asociaciones civiles, están obteniendo apoyos y beneficios con los antes no contaban gracias a la “generosidad” de estas empresas, tal como las niñas scouts en los premios Oscar. El concepto de responsabilidad social corporativa (RSC), también conocido en el medio como responsabilidad social empresarial (RSE), lo describe como “la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas”, y éste generalmente tiene el objetivo de mejorar su situación competitiva, asumiendo una mayor cuota del mercado a expensas de empresas menos enfocadas en este rubro. También mejorar su situación valorativa, e incrementando su valor añadido. Haya sido con esa intensión o no, la noche de los Oscar, además de la alegría de DiCaprio y sus fans, de los mexicanos por los premios de El Chivo y El Negro, la academia sin duda obtuvo un valor agregado al apoyar la noble causa de las niñas scouts. ¿Será este el inicio de una forma de “compromiso social” que usará en adelante los premios de la academia?
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