Como creativos, el arte fluye por nuestras venas. Algunos somos músicos, otros poetas, otros actúan, unos danzan, otros hacen esculturas, etc; pero es en las agencias en donde aprendemos a buscar la obra perfecta. Como compositor, sentir (porque para analizarla científicamente, es un rollazo) la música correcta no siempre tiene el filtro más riguroso de un reconocido director creativo, pero tengo el privilegio de haber aprendido a evaluar la creatividad, porque he sido formado en la cultura de agencia. No sé si el compositor de rock más disciplinado en desarrollar su arte busque tanto la perfección y el alcance de sus composiciones, pero mi director creativo sí y me enseña a hacerlo, además, me gusta hacerlo. Más aún, cuando hemos entendido que los creativos de agencia somos los inventores de este siglo, hablamos de engrandecer la innovación. Comparto, firmemente, la idea de que, a nivel global, muchos creativos hemos entendido que nuestro trabajo no acaba con una buena gráfica, sino en ideas que logren verdaderos cambios en la cultura de la gente. Para lograr esto nos hemos convertido en inventores, personas que solucionan los problemas del mundo a través de las marcas. La motivación que hemos de tener, quienes hemos entrado a agencias reconocidas y con grandes clientes, es cambiar el mundo. Si es un spot de televisión, debe lograrlo o si es una idea para un panel, pero siempre buscando esa pieza inmejorable. No tenemos escapatoria, no hemos venido sólo a divertirnos, la realidad que vemos está bajo nuestra responsabilidad. Como dijo una amiga que se ganó una beca para ir a estudiar creatividad a Argentina, “no debemos dejar de pensar”. No hay límites para la imaginación, ni para las propuestas para clientes que quieren dejar su huella en la historia. Sigamos luchando, perseveremos, sigamos pensando, pidamos creatividad y entendamos este tiempo. AUTOR Andrés Gonzales Palacios Medio Psicólogo y tres cuartos de Publicista. Como creativo he entendido que las mejores ideas están en el corazón del consumidor. Realmente, comprender lo que sucede dentro de él y lo que no se atreve a decir, nos lleva a la mejor parte del proceso: tener vivencias empáticas. De esto salen mis palabras, por ello, soy copywriter. Mis colores son las palabras y mis pinceles los lápices. Encuéntrame aquí: http://ow.ly/Xzcok Imagen cortesía de iStock
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