Anoche fue una de las mejores experiencias de mi vida, competir con tanto talento, ver tantas ganas, gente que comparte la misma pasión que tú, locos que siempre quieren encontrar algo nuevo, personas que como diría un buen amigo, son de mi raza. Fue mi primera participación en una competencia de creatividad, mi primera gran ilusión de ir a representar a México en Cannes, y mi primera cachetada en la cara. Una cachetada que me llena de ilusión y de más hambre de hacer cosas chingonas, ya que ver el nivel de ideas que se presentaron fue levantar la vara de criterio no sólo a los nuevos talentos sino a toda la industria. Lo de anoche fue un nuevo comienzo para la publicidad. Una industria más unida, de mucho más nivel, una nueva generación que promete poner a México en el mapa de las potencias creativas, porque se demostró que talento hay y un chingo. Conocí una industria enamorada de la publicidad y me di cuenta que no era el único. Mientras todos le sigamos chingando en esa dirección, con esas ganas de reconocer las buenas ideas, construyendo en vez de destruir y opacar el trabajo de los demás la publicidad va a volver a ser ese trabajo que todos quieren tener, esas ideas que tocan las emociones de la gente y que generen acciones positivas para las marcas. Gracias por hacerme seguir amando lo que hago, gracias por hacerme ver que si quiero hacer una idea que compita tengo que chingarle mucho, mucho, pero mucho más y sobre todo gracias porque supieron elegir a los mejores para representar a México, seguro la van a romper. Más El mejor Cannes, menos Cannes de la mierda. Más buenas ideas, menos quejas. Más amor a lo que hacemos, menos tiradera de mierda. No nos cojamos a la Publicidad, hagámosle el amor. Como anoche.
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