“La lectura es como el alimento; el provecho no está en proporción de lo que se come, sino de los que se digiere.” Jaime Balmes.
El vending es la estrategia de vender productos sin necesidad de un dependiente. Es decir, el negocio de las máquinas expendedoras o máquinas de venta automática (vending machine en inglés, de ahí el nombre de esta estrategia). La más primitiva, fue diseñada por Herón de Alejandría, para dispensar el agua a los clientes. Sin embargo, no es hasta la Revolución Industrial en Londres cuando comienzan a fabricarse tal cómo las conocemos ahora. Al principio solo ofrecían postales, pero la empresa de Thomas Adams Gum Company fue la que introdujo los chicles, el “primer alimento”. Hoy en día, en muchas estaciones podemos encontrar máquinas expedendoras que son prácticamente tiendas de los olvidos ambulantes: venden desde bocadillos hasta baterías portátiles, cascos de música, cremas y medicamentos sin necesidad de recetas médicas. Incluso camisetas, cómo demostró H&M con su campaña de concienciación social. Y en el 2007 surgió el Vending Books. Esta empresa del español Francisco Valtierra decidió alimentar la imaginación de los viajeros lectores, colocando en estaciones de Madrid máquinas expendedoras de libros. Los títulos eran renovados mensualmente, y con precios bastante accesibles, que garantizaban el entretenimiento de los viajes. Y hace apenas tres años llegó a México. Estas máquinas permiten al lector elegir el libro con el que va a disfrutar y muchos betsellers por precios algo más elevados. Sin embargo, este fenómeno del vending literario, que parecía inmejorable, ha sido superado por una librería especializada y de libros usados en Toronto (Canadá). Monkey’s Paw, fundada por Stephen Fowler, es el nombre de esta librería que comercializa ejemplares extraños, raros, antiguos y únicos. Además, es creadora del Biblio-Mat, una máquina literaria expendedora… Y sorpresa. Por el módico precio de dos dólares, compras un libro desconocido e insólito, porque en no hay dos iguales en esta máquina. La Biblio-Mat fue creada por Craig Small, quién aparte de diseñador es animador y director. La librería juega así con el cliente, quién es atraído, no solo por la adicción al juego de la incertidumbre, sino porque siempre obtiene un premio cuyo valor y contenido es inédito. ¿Será la sorpresa y la incertidumbre lo que marque las tendencias del futuro del vending? Mientras tanto, aprovechen a comer libros. Imagen cortesía de iStock
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