Hola querido lector, soy Mr. Trooper. Éste será un artículo en el que tocaremos un tema de vital importancia para tu marca personal. El lenguaje no verbal (Lenguaje corporal) cuando vas a solicitar un empleo. ¿Estás listo? José salió súper motivado de su casa con dirección a su entrevista de trabajo, el tenía la meta de conseguirlo sí o sí. Llegó, saludó a todos, se comportó de la manera más cordial que pudo, planteó sus ideas y proyectos y respondió atinadamente a las preguntas que le hicieron. Pero aun así, José salió de la entrevista con la idea de que le había ido muy mal. ¿Tal vez no había dicho las palabras exactas? ¿Posiblemente su camisa roja, su barba de chivo trenzada o su mochila que parecía demasiado pesada hicieron que los jefes se desanimaran? O quizá el solo hecho de sentarse en la silla en mala posición, o peor aún en la silla que no debía, hizo que el plan de conseguir ese trabajo se haya ido por la borda. Es así que el lenguaje no verbal en nuestra marca personal juega un papel muy importante al momento de entrevistarnos con una empresa, un jefe, un cliente o hasta con nuestros padres para lograr algo. En su libro “El lenguaje del cuerpo” Allan y Barbara Pease nos mencionan 9 reglas de oro para crear una primera impresión estupenda en la entrevista que nos vayan a hacer. ¿Qué te parece si les damos un vistazo?
- En la zona de recepción
Despójese del abrigo y, si es posible, entréguelo a la recepcionista. Evite entrar en una oficina cargado con trastos que puedan llevarle a meter la “pata” o tropezar y parecer un inepto. Permanezca siempre de pie en la zona de recepción, no se siente nunca. Las recepcionistas insistirán en que “tome asiento” porque, si lo hace, queda fuera de su vista y así no tienen que ocuparse de usted. Permanezca de pie con las manos cruzadas en la espalda (Refleja confianza) y balancéese lentamente sobre sus pies (Control) o utilice el gesto del campanario (Este gesto querido lector es cuando juntas las puntas de los dedos de las manos unos con otros formando una especia de triángulo, como cuando el señor Burns de los Simpsons dice “Excelenteee”). Este lenguaje del cuerpo es un recordatorio constante de que usted sigue allí, esperando. Pero le advertimos que es mejor no practicarlo en la oficina de Hacienda.
- La entrada
Su entrada explica a los demás cómo espera ser tratado. Cuando la recepcionista le ponga el semáforo en verde para poder entrar, hágalo sin dudarlo. No se quede clavado en el umbral de la puerta como un colegial travieso que espera la reprimenda del director. Cuando cruce la puerta del despacho del entrevistador, mantenga la velocidad. Las personas carentes de confianza cambian la marcha y arrastran ligeramente los pies al entrar.
- El acercamiento
Incluso aunque su entrevistador esté hablando por teléfono, rebuscando en los cajones o atándose los cordones de los zapatos, acérquese directamente y confiando con paso regular. Deje el maletín, carpeta o lo que pueda llevar a la mano, estreche la mano del entrevistador y tome asiento de inmediato. Permita que esa persona vea que usted está acostumbrado a entrar con confianza en los despachos y a que no le hagan esperar. La gente que entra despacio o da grandes zancadas transmite la idea de que dispone de mucho tiempo, no le interesa lo que hace o no tiene nada más que hacer. Las personas influyentes y las que llaman la atención caminan ágilmente con un paso de ritmo medio y zancadas normales.
- El apretón de manos
Mantenga la palma de la mano en línea recta y devuelva la presión que reciba. Deje que sea la otra persona la que decida cuándo dar por finalizado el saludo. Cuando se aproxime colóquese a la izquierda, si la mesa del despacho es rectangular, para evitar recibir un apretón de manos con la palma hacia abajo (Querido lector un apretón de manos con la palma hacia abajo indica dominancia). Nunca estreche la mano directamente por encima de la mesa. Utilice dos veces el nombre de su entrevistador durante los primeros quince segundos y nunca hable más de treinta segundos seguidos.
- Al sentarse
Si se ve obligado a sentarse en una silla baja directamente enfrente de la otra persona, gírela en un ángulo de cuarenta y cinco grados para evitar quedarse clavado en la posición de “reprimenda”. Sino puede situar la silla en ese ángulo, hágalo con su cuerpo.
- Zonas de asiento
Considérelo un signo positivo si percibe la invitación de tomar asiento en una zona informal del despacho del entrevistador, pues el noventa y cinco por ciento de los rechazos profesionales se dan desde detrás de una mesa de despacho. Nunca se siente en un sofá bajo que se hunda hasta proporcionarle el aspecto de un par de piernas gigantes coronadas por una cabecita. En caso de necesidad, siéntese erguido en el borde para poder controlar sus gestos y el lenguaje de su cuerpo y colóquese formando un ángulo de cuarenta y cinco grados con el entrevistador.
- Sus gestos
Las personas frías, tranquilas, dueñas de sí mismas y que controlan sus emociones, utilizan movimientos claros, poco complicados y deliberados. Los individuos de estatus elevado utilizan menos gestos que los de estatus inferior. Se trata de una antigua estrategia de negociación: las personas con poder no tienen necesidad de moverse mucho.
- Distancia
Respete el espacio personal de su entrevistador, que será mayor en los primeros minutos de la reunión. Si se acerca demasiado, la persona responderá sentándose más hacia atrás o utilizando gestos de repetición, como tamborilear con los dedos.
- La salida
Guarde sus cosas con tranquilidad y deliberadamente, sin prisas, estreche la mano si es posible, dé media vuelta y salga. Si la puerta estaba cerrada cuando entró, ciérrela a sus espaldas al marchar. La gente siempre observará su espalda cuando usted se marche, de modo que, si es usted hombre asegúrese de llevar bien brillante la parte trasera de los zapatos. Es un área que muchos hombres descuidan y que las mujeres critican mucho. Cuando una mujer decida marchar, apuntará el pie hacia la puerta y ajustará la parte trasera de sus prendas y su cabello para crear una buena impresión de espaldas al marchar. Como hemos mencionado anteriormente, las cámaras ocultas muestran que, si es usted mujer, los demás le estudiarán su parte trasera cuando se marche, le guste o no. Cuando llegue a la puerta vuélvase lentamente y sonría. Es mucho mejor que recuerden su cara sonriente que su trasero. Espero esta lectura te haya servido y que en un futuro cercano puedas aplicar estas 9 reglas en tus próximas entrevistas. Un saludo y que el marketing te acompañe estimado lector.
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