Jorge Caballero Williamson es un apasionado publicista que cumple los retos que se propone, de ejecutivo a gerente de Cuenta en Lowe SSP3 y JWT Colombia, llega a New York con un reto inmenso y un sueño por cumplir, crecer desde Supervisor de Cuenta para Kimberly Clark Norteamérica, conversamos con él y esta es su historia. La idea de vivir en Nueva York ha estado en mi “bucket list” durante años; siempre quise estudiar en esta ciudad y ser como algunos de los personajes más icónicos de las películas. Ninguna escena pudo estimular más este sueño que la de Tom Hanks en ‘Big’ cuando impresiona a su jefe con un piano de piso gigante dentro de la juguetería FAO Schwarz. Yo debía tener unos 11 años, cuando viajé por primera vez a Nueva York con mi familia. Mi mamá nos llevó a mi hermano y a mí a conocer esa impresionante juguetería en la Quinta Avenida. Un edificio repleto de juguetes de todas las formas, tamaños, y colores… ¡y ahí estaba el icónico piano! Nueva York le ha dado vida a grandes personajes e historias, pero fue especialmente con Mad Men, Don Draper y la ficticia agencia de publicidad Sterling Cooper, que todos empezamos a entender como funcionaba el negocio de las agencias, así como la vida de sus empleados, en la década de 1960. Hoy en día la forma de hacer o pensar en publicidad es significativamente diferente, y yo tengo la suerte de estar en Nueva York trabajando para una de las agencias más grandes y con mayor trayectoria del mundo, J. Walter Thompson. Conocí a José Miguel Sokoloff, presidente de LOWE and Partners Global Creative Council, cuando todavía estaba en mis últimos años de colegio, y a partir de esa experiencia tomé la decisión de estudiar publicidad. Me gradué como Publicista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y desde entonces llevo más de 6 años trabajando en la construcción de marcas. Los primeros de ellos dedicado a estrategias digitales para clientes como SAB MILLER, Kraft y Warner Bros. Sin embargo, mi pasión por el cine me llevó a hacer una pausa para estudiar y obtener un Master en Realización y Producción de cine publicitario de la Escuela Universitaria TAI de Madrid, España. Los últimos 3 años tuve la suerte y el privilegio de trabajar en J. Walter Thompson Colombia, como Gerente de Cuenta Regional para Kimberly Clark LAO, junto a un equipo de personas supremamente talentosas dirigidas por Juanita Del Corral y Juan Pablo Rocha. Una experiencia maravillosa, tanto en lo personal como en lo laboral, que contribuyó a cumplir el deseo de vivir y trabajar en Nueva York. Hoy este anhelo se convierte en un reto grandísimo: las oficinas de J. Walter Thompson NY me reciben como el nuevo Supervisor de Cuenta para Kimberly Clark Norteamérica, posición que implica nuevas responsabilidades de coordinación de estrategias de mercadeo y publicidad para mercados locales, y por consiguiente un cambio de ‘mindset’ cultural para poder adaptarme. Me enfrento a un mercado que gira en torno a las cuatro estaciones del año, algo totalmente nuevo para mi; por ende, los productos cambian su relación con los consumidores dependiendo de la temporada. Todos los días me preparo para desafiar una ciudad que va a otro ritmo, que cambia constantemente y que no deja de sorprenderme. En este momento mi peor enemigo es el tiempo, pues parece que no me alcanza para poder explorar y descubrir todos los lugares fascinantes que tiene esta ciudad como museos, restaurantes, galerías, bares, tiendas, etc. Trabajar en J. Walter Thompson New York es un sueño hecho realidad. Mi primer día en las oficinas de Thompson en Colombia consulté si habría posibilidades de traslado; aun cuando una parte de mí lo consideraba como algo imposible. Creo que no soy el primero, ni tampoco el último, en decir que llegar hasta aquí no fue fácil. Es un tema de tener ganas y pasión, ¡mucha pasión por lo que hacemos! Probablemente mi vida no termine siendo como la vida de los personajes icónicos del cine, pero es un riesgo que estoy dispuesto a tomar; y por encima de todo, una experiencia que pienso aprovechar y disfrutar al máximo. Estoy seguro que con el tiempo recordaré mi época en esta maravillosa ciudad con mucho cariño y agradecimiento.
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