Una de las redes sociales más atractivas, y que la mayoría de usuarios de smartphones disfrutaba sin lugar a dudas fue Instagram. Kevin Systrom uno de los visionarios en el negocio de las redes sociales, es el fundador de esta atractiva aplicación para teléfonos inteligentes. Lanzada en octubre de 2010 esta red social tuvo un gran éxito al implementar sus filtros fotográficos, lo cual era un gran diferenciador para la categoría de aplicaciones. A lo largo de los años los adeptos a esta red social lograron alinear conceptos fotográficos urbanos y artísticos haciendo que el mundo descubriera en Instagram una oportunidad de expandir el conocimiento fotográfico. El enfoque inicial de Instagram no tenía nada que ver con la inversión comercial de la que hoy es participe. Fue concebida como una red social donde el contenido visual podría enfocarse en que “una imagen vale más que mil palabras” y lo logró. Catalogada como el “menú del mundo” inicialmente, pues la mayoría de contenidos eran fotografías de comida subida por los primeros usuarios diseminados en todo el mundo. Es increíble la variedad de material fotográfico que se puede conseguir acompañado de hashtags, que hacen que una búsqueda sea más precisa y permita descubrir al usuario más que fotografías, momentos de participación del consumidor con las marcas. Desde su actualización 4.0 la opción de subir videos con una máxima de 15 segundos abrió una oportunidad para que las marcas puedan hacer de las suyas. Desde hace algunos meses podemos mirar anuncios de todos tipo dependiendo del lugar en donde nos encontremos, con herramientas propias de redes sociales en la que datos demográficos determinan qué mensaje llega a nosotros a Instagram. Los instagramers de distintas partes del mundo y de miles de profesiones, han visto una gran oportunidad en esta aplicación, tatuadores, grafiteros, fotógrafos, chefs, deportistas entre otros han logrado arraigarse a esta red social sin invertir un centavo. Dejando claro que la estrategia es mas fuerte que el capital. Como publicista, conozco a Instagram desde sus inicios, y encontrar anuncios publicitarios se cataloga como bombardeo publicitario. En todas las redes sociales encontramos espacios destinados a la publicidad, pero en lo personal Instagram se equivocó. Concursos, cupones, fragmentos de comerciales, han sido parte del contenidos que ahora podemos ver en Instagram. Si algo altamente atractivo que tenía esta red social fotográfica justamente era la posibilidad de no tener contaminación publicitaria, al implementarse como otro medio para la inversión publicitaria su atractivo va quedando de lado. Ya sucedió con redes como Facebook y Twitter, que los espacios publicitarios son altamente necesarios, en Instragram algún momento debía suceder. A pesar de el descontento inicial en los usuarios, se han acoplado a la aparición de avisos en la pantalla de dispositivo. La responsabilidad de los diseñadores y comunicadores que generan contenido para la pauta en Instagram debe ser muy clara. Usar recursos sencillos e impactantes determinarán el éxito de la inversión, porque si Instagram es una compilación de fotografía altamente estética, por sentido común esperamos que los avisos tengan cierto nivel visual. Siendo publicistas también estamos expuestos a la publicidad, depende de nosotros también ser inmunes a ella en una red social tan de profesional gráfico. Imagen cortesía de iStock
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