Hay momentos en los que tienes el negocio ahí, tienes todo presupuestado, un capital bueno, un ambiente acogedor, personas que te ayudan, canales de distribución planificados, todo parece estar bien pero… ¡No vendes casi nada! Muchas veces la gente piensa que con lanzar un negocio, por pequeño o grande que sea, las ventas se producirán solas, que solo con anunciar que están en el mercado la gente va comprar por aquello de la “Novedad”. Puede que funcione, pero ¿cuán rentable es a largo plazo? Tu negocio actual puede ser rentable a corto plazo, pero lo que se quiere es algo a largo plazo. ¿Quieres una vaca que pueda brindar buena leche, explotarla y obtener cantidades inmensas de esa leche a corto plazo? O ¿Prefieres que esa vaca crezca fuerte, comprar un torito y luego que tengas más vaquitas para tener más buena leche? Con eso en la mente voy a darte unas cuantas razones de por qué no estás vendiendo:
- Porque quieres obtener beneficios rápidamente.
Un negocio que esté iniciando o que tenga menos de dos años puede dar un margen de rentabilidad pequeño, pero no hay que desanimarse. No gastes lo poco que ganes… inviértelo. A veces los dueños de pymes se enfocan tanto en la rentabilidad que se olvidan que su negocio es como su hijo. Si tu hijo apenas está en 5to. de primaria, difícilmente le vas a pedir que te devuelva algo de rentabilidad. Esperarás y le otorgarás un título universitario o le ayudarás a emprender un negocio con el cual el sí pueda dar de sí para ti.
- Porque tu negocio no aporta nada más que un “frio producto”
Puedes vender un bolígrafo metálico negro de punta fina muy elegante, como también puedes vender la herramienta con la que el cliente firmará los contratos más importantes que lo llevarán al éxito. ¿Me dejo entender? No vendas objetos, vende soluciones, ideas, sentimientos, emociones, vende una vida mejor.
- Porque tu marca no tiene un propósito
Puede que tengas un buen producto, pero muchas veces el tener un buen producto no es la solución. Para poder vender algo creo firmemente que hay que hacerlo con un propósito, un fin, una meta y mejor si es un fin social. Hay un ejemplo de un conferencista llamado Yokoi Kenji que me gusta mucho: “Hubo un hombre que tenía un empleo exitoso, ganaba muy bien. Pero él no quería seguir ahí, porque él desde niño quiso ser taxista… así que dejó su empleo y se compró un taxi. El servicio iba asi: El pasajero hacía para el taxi, se subía y el taxista desde el volante con un micrófono le decía: -Buen día, bienvenido al taxi. A la izquierda se encuentra el periódico del día, a la derecha tiene una selección de dulces de los que puede servirse, además cuento con una lista de artistas y canciones para que escoja la que más le guste y si no desea escuchar nada siéntase libre de hablar conmigo. ¿A dónde lo llevo? Notan la diferencia entre trabajar de taxista y ser un taxista con propósito?
- Porque a tu marca le falta personalidad
Te imaginas a una persona que siempre este copiando a los demás, que no tenga un pensamiento propio, que ande por la vida sin una meta, sin una filosofía que seguir… ufff fatal ¿Verdad? Lo mismo pasa con las marcas, si tu marca no cuenta con una personalidad, un tono de comunicación, una meta, un fin social, etc. No va ha hacer que la gente se identifique con ella y como resultado los clientes se alejarán de tu marca, lo cual podrás verlo reflejado en el monto de ventas al final del mes.
- Porque tu empresa no tiene una buena estrategia, es más no tiene nada de marketing
El marketing es el corazón de la empresa, el marketing hace que tu empresa crezca, aumente su cuota de mercado, posicione la marca en la mente de los clientes y conecte con ellos. Si no tienes a un especialista que te pueda asesorar en ello estás en gran desventaja ante tus competidores, el área del marketing es de vital importancia… no es un gasto, es una inversión.
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