Típico, estás a mitad de la ducha cuando de la nada, llega a tu encefálica una idea que crees es la más increíble del mundo. Entras en pánico y no sabes qué hacer; ¿dónde la anotas?, ¿cómo era?, hace un segundo la tenía… entonces, se va con la espuma por el desagüe. Lástima, suerte para la próxima, sigue participando. A todos los creativos nos ha pasado. Ese pinche momento en el que llega la inspiración, iluminación, momento eureka o como le llames. Encuentras la solución perfecta para ese problema que traías en la mente dando vueltas y vueltas, pero resulta que te llega en el peor lugar y momento posible. Para evitar que esas ideas vuelen, aquí algunos consejos: Usa el celular Seguramente tú también usas el celular para anotarlo todo, el problema de anotarlo “todo” es que entre tantas cosas, llegas a perder esos apuntes. Para resolverlo, utiliza algunas aplicaciones que te ayuden a jerarquizar, hashtags y títulos que te recuerden qué era la idea y para qué. Lápiz y papel Back to basics, sí. Suena muy hipster andar con una agenda o cuadernillo de anotaciones, pero esta opción es ideal para los amantes de lo auténtico que no pueden dejar de rayar cosas y escribir “puto el que lo lea” por todos lados. De igual forman mantén una jerarquía en las ideas anotadas e intenta anotar el por qué y para qué. Lápiz Parece tonto, pero algunas veces nos quedamos sin pila en el celular o por las prisas olvidas el cuadernillo en casa. Hazte a la idea de cargar siempre un mini lápiz (como las llaves, cartera y celular) para que cuando la idea llegue, no se te escape y la puedas anotar aunque sea en la palma de tu mano. Un asistente Si de plano no das ni una ni otra; te da flojera cargar con un lápiz, o no quieres parecer hipster con el cuadernillo. Utiliza a un asistente, sí. No te preocupes no tienes que pagarle a nadie, basta con decirle la idea al de a lado y después culparlo si él también la ha olvidado. Fácil. Lo importante es escribir y anotar todas esas pequeñas o grandes ideas que vayan saliendo en momentos inoportunos, dejarlas reposar y volver a leerlas al otro día (o más), si la idea sigue pareciendo increíble, seguro lo es, pero si no, probablemente te hace falta pensar un poco más. No desistas, la respuesta llegará mientras estás en el baño después de comer pozole y con el celular sin pila. Imagen cortesía de iStock
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